La Mujer Habitada
(Gioconda Belli)
La mujer habitada Gioconda Belli Lavinia Alarcón es una joven arquitecta, nacida en Faguas; país centroamericano. Es hija única de una familia tradicional portadora de rancio apellido y miembro de la alta burguesía. Se ha formado profesionalmente en Europa y está de regreso en su país natal. Comienza a trabajar en una importante empresa encargada del diseño y ejecución de proyectos solicitados por miembros de su clase social. Se instala para vivir sola, desoyendo opiniones de una sociedad aún no habituada a que la mujer ocupe un lugar lejano a la órbita de la protección, el reparo y la atención del hombre, en una casa que ha heredado de su tía Inés, hermana de su padre que la ha criado frente al desapego paternal. La vivienda es un caserón que Lavinia ha remodelado y modernizado y en cuyo patio ha conservado un añoso naranjo del que se ha apoderado el espíritu de Itzá. Itzá es una india, cuyo espíritu, apresado entre las ramas del naranjo rememora los tiempos de la conquista española. Ella, desafiando los mandatos que su familia, su tribu y su cuiltura imponían a las mujeres, acompañó a su hombre Yarince en la guerra contra el invasor que avasallaba sus costumnbres, religión y derechos y esclavizaba a los pobladores de la tierra sometida. Las vidas de ambas mujeres comienzan a entramarse sutilmente. Itzá observa el devenir de la vida diaria de Lavinia y al compás de sus recuerdos va tejiendo la urdimbre de la extraña simbiosis. Lavinia ha iniciado una relación con un colega Felipe Iturbe y lo que había comenzado como un simple flirteo superficial y pasajero, con el correr del tiempo se consolida hasta llegar a una casi convivencia. Felipe es miembro del Movimiento de Liberación Nacional y milita en el ala no clandestina. Una noche, circunstancialmente, Felipe pone en contacto a Lavinia con un mundo desconocido. A partir de ese momento el universo conocido por la joven arquitecta se abre y por las fisuras penetra una realidad, que para quienes, como ella, habían nacido y se habían educado en medios de privilegio económico y social permanecía invisible, absolutamente transparente a la mirada. Poco a poco, Lavinia va conociendo y comprometiéndose con la realidad que golpea sin piedad su protegida existencia de niña rica. El velo se ha corrido y no se volverá a cerrar. Faguas está gobernada por el Gran General, símbolo del caudillaje latinoamericano, y por su comparsa de subordinados incondicionales, que se relacionan sin dificultad con la brutalidad, la violencia y la barbarie, sin trepidar ante la tortura y el asesinato. Gioconda Belli, la autora de la novela, nació en Managua, de padre empresario y madre actriz. Fue la segunda de cinco hermanos, una de sus hermanas de nombre Lavinia; estudió en España y en Estados Unidos, donde obtuvo su diploma en Publicidad y Periodismo y regresó a su patria. Formó parte del Frente Sandinista de Liberación Nacional desde 1970 hasta 1994; fue perseguida por la dictadura somocista, vivó en el exilio, fue correo, transportó armas, recorrió el mundo divulgando su ideología y recaudando fondos para el movimiento. Luego del triunfo del movimiento sandinista ocupó cargos en el gobierno revolucionario hasta 1986 en que se retiró para escribir su primera novela La mujer habitada, publicada en 1988. La mujer habitada. ¿Quién habita a quién? Lavinia-Itzá-Gioconda o quizás Gioconda-Itzá-Lavinia o tantas otras formas de armar este triángulo cuyos vértices se diluyen al compás de las historias entretejidas de estas mujeres que comparten ficción y realidad, al más puro estilo del realismo fantástico que puebla con fuerza la literatura hispanoamericana. La analogía tienta y se hace inevitable Faguas-Managua Gran General-Somoza Movimiento de Liberación Nacional- FSLN Lavinia-Gioconda Más allá de la evidencia autobiográfica, esta mujer habitada, estas tres personas en una constituyen un símbolo multifacético: la resistencia, la posibilidad de cambio, la perdurabilidad de la voluntad de justicia más allá de las derrotas, la fuerza de la vida y su necesidad de estar habitada, de poblarse de deseo, de búsqueda, de solidaridad, de destino. La vida, individual, familiar, tribal, es un lugar habitado. El vacío, la indiferencia, la ignorancia es el territorio de la muerte. .
Resumos Relacionados
- Klandestino Amor Sem Fronteiras
- Kladestino Amor Sem Fronteiras
- La Señora De Los Sueños
- Mujeres Que Corren Con Los Lobos
- Un Burka Por Amor
|
|