Resumo de Seda - Alessandro Baricco

Por Pablo García Mejía

Jamás ha habido historias como la seda, no nada más que trate sobre la seda, sino que sea su lectura sea como tener ese tipo de tela en las manos, es imposible tener la seda entre los dedos y no pasarla por el rostro y sentir ese extaño placer de tocar las cosas: solamente de utilizar el sentido del tacto.Y en efecto, sí existe esa bella historia y la escribió un italiano que nació en Turin, en 1958: Alessandro Baricco.

Seda es una pequeña novela, como una joya maravillosa, exacta y genuina; sin mayores pretensiones que las de contar una historia suave y blanca... como el amor. Aunque en extricto sentido no es una historia de amor, es una historia cruel de amor. Es la vida de un hombre: Hervé Joncour, que no pudo o no supo oponerse al destino en la Francia de 1861. Su padre, el alcalde de Lavilledieu un pueblito francé que se dedicaba a la producción de la seda, le tenía previsto ser una militar de alto rango. Sin embargo, Baldabiou, el hombre que habría de transormar el pueblo y convertirlo de un población de gente pobre que apenas sobrevivía, en una población de gente rica a través del negocio de la seda. Este hombre único y estúpendo también habría de cambiar el destino de Hervé Joncour: que, de ser un hombre cuya meta era pertenecer al Ejécito, lo convirtió en un viajero que llegaría al lejano oriente, para ser exacto al Japón... ese país misterioso y enigmático en donde conoció a la mujer más increíble... sólo nacida para la leyenda: la amante de Hara Kei, el sujeto más fuerte y poderoso de esas tierras dueño de hombres y mujeres, de vidas completas.

No hay ninguna historia que involucre a un hombre y a una mujer que no tenga que pagarse un precio y, regularmente ese precio es muy alto, paro más alto cuando están involucradas dos mujeres: la esposa de Hervé: Héléne, y aquella hembra nacida directamente de los dioses: ellas dos y un mortal de 32 años, Hervé Jouncour, quien sólo sintió los latigazos del amor y el deseo dos sentimientos atroces sino no son saciados siquiera por una vez en la vida.

Seda es la novela más perfectamente editada no hay una palabra de más ni una de menos, narra exactamente lo que tiene que narrar sin que disminuya ni un ápice el interés. Al final queda una sensación de seda, algo tenue y suave como los mejores sentimientos.

Pablo García Mejía
Ciudad de México

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