Resumo de La Casa De Bernarda Alba - Federico García Lorca

El genio del teatro español, Lorca, le regala a la humanidad una de las piezas de teatro más vibrante, La casa de Bernarda Alba, ya en este título Lorca nos comunica el carácter dominante de su personaje Bernarda. Es la casa de esta mujer, y como es su casa, ella es la que manda, la dirige. Ser dueña de la casa es ser dueña y señora de los que comparten con ella.

Fedrico es claro, aquí no existe un hogar, hogar que significa fuego, unión, amor, comprensión, libertad. Bernarda es una dictadura como es España bajo el regimen de Franco, Bernarda sólo piensa en ella, ella ha de determinar el destino de sus hijas, de esos seres miserables que tienen que soportar el abuso de su madre.

al morir su esposo ella dicta la pauta. "En esta casa no entran hombres, si acaso el cura porque tiene faldas". Así que clausura su vivienda y obliga a sus hijas a vestir de luto, prohibe todo contacto de ellas con los hombres.

Su bastón representa su poder autoritario, esa actitud arrogante, abusiva hace que sus hijas ardan de pasión, pasión interna que no hay dictadura que la pueda evitar y menors controlar. Y aparece el macho, Pepe Romano, ya la dictadura se tambalea, y las muchachas conspiran en silencio una contra la otra y todas contra Bernatda.

En su historia Lorca nos presenta un rosario de temas muy importantes: el amor, la muerte, la intolerancia, el aborto, la infidelidad, la pobreza, la pasión, la fe y muchos otros.

Pero tal como sucede con las dictaduras políticas y con todos los dictadores, tarde o temprano llega el día del golpe, tarde o temprano hay una rebelión y esa rebelión la inicia su hija menor, Adela. Adela rompe con el estado de cosas impuesto por la locura de la vieja Bernarda. No solamente Adela rompe con el luto y se viste de verde, sino que se enamora de Pepe Romano y se lo quita a su hermana. Adela se enfrenta a la dictadura de su madre y le dice que ella también arde por un macho.

La joven rebelde rompe con la dictadura al romperle el bastón. Ahí quedan los escombro de esa dictadura que ahogaba a todas sus hijas. Pero la vieja no cede y dispara contra Pepe Romano, mientras que su hija pequeña, creyendo que su amado a sido asesinado corre y se ahorca.

Lorca logra un final implacable. Bernarda al saber de la muerte de su hija, camina firme, nada le conmueve, no suelta ni una lágrima, ni lamento, ni reproches.¡Sólo un mandato firme!¡Un mandato irracional como todos los actos brutales de los dictadores! Exclama mirando a sus hijas:¡No quiero lágrimas en esta casa!

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