El Tartufo
(Moliere)
Esta obra de teatro sufrió muchos altibajos para ser
representada durante el reinado de Luis XIV debido a que hacía una crítica del
típico beato de la época, que amparado en pensamientos muy cristianos y
piadosos era capaz de cometer todo tipo de tropelías. Esta crítica impersonal
era mal vista por muchos sectores de la iglesia y la nobleza pues era una
sátira de muchas de sus costumbres. En el papel de malvado tenemos al personaje
de Tartufo, que se ha infiltrado como huésped en la casa de Orgeón y haciendo
presa en la confianza de este incauto anfitrión es capaz de lograr el
compromiso nupcial con su hija ?a pesar de que ella está enamorada de otro-,
intentar seducir a su mujer y hasta convertirse en heredero universal de los bienes
del infeliz sin que éste sospeche que su piadosa apostura es más falsa que un
billete de cincuenta céntimos. Finalmente entre hijos y mujer son capaces de
levantar el velo y descubrir la farsa en el último momento.
Comentario:
Ha sido un placer leer esta breve obra de teatro. Podría
decir que aborda un tema ya muy pasado de moda desde cierto punto de vista,- de
hecho esa fue mi primera impresión-, pues aunque Moliere hace una muy buena
crítica del hipócrita beato de su época, que amparado en palabras muy piadosas
y cristianas era capaz de cometer las más despreciables acciones, pensaba yo
que si bien entendía que en su día fuera una obra proscrita, hoy desde luego no
levantaría controversia alguna. Más, me quede pensando después, que si acaso
Moliere escribiera hoy en día sí que encontraría una nueva mina de hipocresía
en la que cebarse, y no sería otra que la de los que viven de lo ?políticamente
correcto?, que no es sino trasladado a nuestros días, aquel que se ha
especializado en decir todas aquellas cosas ?bien vistas por la mayoría?, y que
hábilmente es capaz de usar estas frases hechas, construcciones intelectuales
que nos bombardean constantemente, para erigir una fachada pública tras la cual
enmascaran todo tipo de tropelías.
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