La Guerra De Dios
(BOLIVAR LOPEZ PANTOJA)
La guerra de Dios En un interesante editorial de ?New York Times? de los Estados Unidos en reciente fecha, el acucioso reportero comenta una inquietante realidad: existe ahora un corredor aéreo alienígena por donde naves espaciales desconocidas transitan constantemente, convirtiendo el área 51 en sitio de partida o llegada de esta clase de aparatos tecnológicamente muy avanzados. La obligada pregunta que surge de inmediato es la siguiente: ¿Por qué causa, razón o circunstancia esta clase de objetos circulan específicamente por esta ruta? Parte de la respuesta es concretamente segura, pues claramente se entiende que seres extraterrestres, de alguna manera, han establecido contacto físico con hombres de este planeta, demostrando un inusual interés por transferir conocimiento y tecnología superiores con un fin preconcebido. Hasta aquí la explicación es afirmativa e incluso puede darse el caso muy sorprendente de que el hombre terrestre este construyendo naves similares a las extraterrestres. Para explicar el resto de la pregunta necesario es remitirnos a las Sagradas Escrituras inspiradas por el Dios Altísimo; ellas nos enseñan que existe un espíritu poderoso, cruel y mentiroso y calumniador que trata de destruir la maravillosa obra creativa del Hacedor Supremo. Por sus páginas conocemos que una pugna universal estremece los cimientos de todo lo creado y que esta confrontación entre el bien y el mal tiene que resolverse definitivamente en una batalla final llamada Armagedon, donde el espíritu perverso será catastróficamente derrotado y la humanidad entrara a disfrutar de un largo periodo de paz, concordia y felicidad, época calificada por celebres visionarios, escritores, eruditos, políticos y personajes destacados, como la ?época de oro? de la humanidad. Este enfrentamiento decisivo, será librado a todos los niveles: espiritual, moral y material, ¿material? Si, materialmente también, conmoviendo y alterando los poderes físicos y cósmicos que rigen la armónica evolución universal. En la tierra devastadores terremotos y maremotos indicaran que el fin de los tiempos habrá llegado inexorablemente. En el cosmos algunas estrellas alteraran su derrotero y el sol aumentara drásticamente su temperatura; en la tierra, poderosas convulsiones telúricas provocaran el hundimiento de continentes enteros y el surgimiento de nuevos desconocidos que servirán de morada a los millones de sobrevivientes. Esos días serán terriblemente trágicos para el género humano, por eso el Apocalipsis los describe así: Serán días como jamás ha sufrido la humanidad y como jamás volverá a suceder, y si no fuera por causa de los escogidos ninguna carne se salvaría. La razón o intención primordial de este escrito es hacer comprender al lector que en la pugna mortal entre el bien y el mal, naves mecánicas cósmicas han intervenido siempre de una u otra manera en el desarrollo de acontecimientos que al fin, tendrán su epilogo en la guerra de Dios. Empezaremos por el primer libro de la Biblia denominado ?Génesis?, allí describe que el espíritu de Dios vagaba sobre la Tierra revuelta en formación. Sin embargo, en otra traducción mas explicita explica ?que recorrían?, la pregunta es ¿Quiénes recorrían? Todo da a entender que en un aparato mecánico, una patrullaron seres de carne y hueso, recorría el planeta para ordenarle después. Después de algunos siglos, el campamento militar de rey asirio Senaquerib es destruido por una lluvia de piedras. ¿Qué propicio esta acción? Una nave mecánica de gran tamaño recogió y arrojo miles de piedras sobre el antes mencionado campamento enemigo de Israel. Crónicas antiquísimas, del tiempo de los primeros faraones, informan que en el monte Sinai, milenios antes del episodio de la zarza ardiente con Moisés, en diversas ocasiones el monte ?ardía? intensamente, con esplendor de origen ?no? volcánico, comprendiendo ahora que se trataba de un ?faro espacial? que servia de guía a naves alienígenas. Luego viene el drama grandioso del paso del mar Rojo efectuado por una nave muy grande, hecho comprobado actual y experimentalmente en diversos laboratorios del mundo y explicado como una genuina atracción electromagnética que partió las aguas. Con respecto a la descripción de una nave estelar, el profeta Ezequiel, en el capitulo primero, magistralmente lo explica: la cabina de mando, su sistema de comunicación, sus toberas, el engranaje mecánico, el casco espacial del piloto, su traje presurizado, sus botas metálicas de vuelo, etc. El Apocalipsis describe una terrible guerra en el cielo y la expulsión de Satanás y sus demonios de allí, con su bagaje y naves cósmicas. ¡Ayes para la tierra y el mar porque el diablo ha descendido a ustedes con gran cólera, sabiendo que tiene poco tiempo! Estos textos nos dan a entender, ahora si, la razón de la premura del maligno para transferir tecnología de las huestes del Creador. Ciertamente el diablo esta solidamente atrincherado en este planeta con la ayuda de las naciones de este mundo, pero poderosos escuadrones de acorazados y cruceros espaciales, pulverizaran y reducirán a la nada las defensas satánicas. Entonces se establecerá aquí, un sistema teocrático universal.
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