Los Bonos Global
(BOLIVAR LOPEZ PANTOJA)
LOS BONOS GLOBAL: UN ARTE INICUO Acosados por la pobreza y por las imperiosas e inevitables necesidades populares, los gobiernos de los paìses en desarrollo recurren a la Banca Internacional con el fin de obtener prèstamos monetarios con el fin de solucionar por lo menos, en parte, los acuciantes problemas de los pueblos. Realmente esta pretendida ayuda se convierte en una forma eficaz de esquilmar la dèbil riqueza de las naciones que se ven obligadas a pagar excesivos e irracionales intereses por los prèstamos concedidos. A tal extremo llega esta forma de expoliación, que el paìs atrapado en esta red depredadora, en su desesperación por atender los voraces requerimientos de la Banca Internacional, se ve obligado a emitir bonos, esto es, papeles que el Estado vende a plazo determinado, garantizados por el presente y futuros gobiernos de un paìs endeudado, con el correspondiente interès para aquel individuo o institución que adquiriò esos bonos a plazo fijo. Hasta aquí todo es legal dirìa un chino, cosas y hechos engendrados por la ilegalidad del sistema convertido en Ley por obra y gracia del abuso del solvente poderoso. El caso patètico es que el Estado emisor de los bonos, en el momento de dar cumplimiento a su compromiso y a su palabra empeñada, està imposibilitado de cumplirla por la sencilla razòn de carecer de recursos econòmicos. Entonces el gobierno deudor consulta con las autoridades econòmicas y en un cònclave deliberante, decide postergar el pago de la deuda contraida, hecho que sobresalta a los mercados usureros internacionales. Este es el momento adecuado para actuar de ciertos acuciosos oportunistas inmorales. Estas cruciales decisiones significan millones de dòlares en juego y de ganancia para los que compraron los bonos denominados globales, sean que estos depreciados por la postergación en los pagos de la deuda o mejor aùn si se cumple a tiempo debido y comprometido en la restauración del dinero a los compradores de esos mencionados bonos. En el argot financiero internacional, el juego es riesgoso pero los tenedores de bonos nunca pierden su dinero; el albur consiste en que ganen poco o en un caso poco usual, no ganen nada ?extra?, aparte de recuperar íntegramente su dinero màs el porcentaje acordado por el gobierno o los gobiernos de turno que garantizan la seriedad del proceso. Como la deuda externa de un paìs es de miles de millones de dòlares y la cantidad a pagarse es cuantiosa, aùn si esta se trata de algunos centenares de millones de dolares, la oprtunidad es ùnica para enriquecerse con un golpe de audacia y desverguenza. ¿Què sufren los pueblos? ¡Al diablo con los pueblos! ¡La vida sigue adelante y esta es mi oportunidad dicen los inescrupulosos agentes internacionales relacionados con la deuda externa. Esta cuestión de los bonos globales conectados con la deuda externa, envuelve un maremagnun de sorpresas, ansiedades, ambiciones desmedidas, engaños, traiciones y veleidades sin freno. Asì, cuando un Estado decide postergar el pago, segùn las leyes establecidas al respecto, los bonos automáticamente bajan de precio; por eso el diligente y avisado poseedor de los bonos, adecuadamente informado por un funcionario sobornado con una cuantiosa cantidad de dolares, vende los bonos a otra persona, cobrando eso si los intereses acordado y garantizados por el gobierno que ejerce el poder. Asì, el que padezca las consecuencias, serà el nuevo poseedor de esos bonos depreciados. Como se puede entender, un negocio turbio, sucio e inmoral. En el caso de que los bonos suban de precio ? y eso sucede cuando el Estado cumple adecuadamente y a tiempo con su compromiso y promesa adquiridos, el dueño de los bonos, informado tambièn por un funcionario inmoral y sobornado, gana millonarias sumas de dinero en esta operación fraudulenta con ribetes de legalidad. Un gobierno progresista de manos limpias, superando la amarga tentaciòn de ganar fácilmente unos cuantos millones de dolares sin peligro alguno de consecuencias posteriores, puede detener a su debido tiempo este bastardo sistema sòlidamente establecido por los grandes intereses transnacionales, con sede en paises desarrollados y económicamente solventes pertenecientes a poderosqas naciones. Si el proceso està ya en marcha, es imposible detener su desarrollo y el cuantioso atraco legal serà inevitablemente consumado, erosionando gravemente la dèbil economia de la naciones del tercer mundo, aumentando aùn màs su cruel dependencia y su congènita miseria. Resta añadir que muchos funcionarios del gobierno en ejercicio del poder, son poseedores de bonos relacionados con la deuda externa. En este caso, este hecho si es un delitom que debe ser castigado severamente por un jefe de Estado honesto y moralmente limpio. Al fin de cuentas, las cuantiosas sumas de dinero que estàn en juego en los distintos casos, son dineros que producen los pueblos mediante su esforzado trabajo; son el producto del sacrificio de los migrantes que, dejando Patria y familia, van en pos de mejores dìas para El y los Suyos.
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