BUSCA

Links Patrocinados



Buscar por Título
   A | B | C | D | E | F | G | H | I | J | K | L | M | N | O | P | Q | R | S | T | U | V | W | X | Y | Z


Las Abandonadas
(Julio Cesto)

Publicidade
Como me dan pena las abandonadas, que amaron creyendo también ser amadas,
y van por la vida llorando un cariño, recordando un hombre y arrastrando un niño.

Cómo hay quien derriba del árbol la hoja, y al verla en el suelo ya no la recoja,
y hay quien a pedradas tira el fruto verde y lo echa rodando después que lo muerde.

Las abandonadas son frutas caídas del árbol frondoso y alto de la vida,
son, más que caída, fruta derribada, por un beso artero como una pedrada.

Por las calles ruedan estas tristes frutas como maceradas manzanas enjutas:
y en su pobre cuerpo antaño turgentes llevan la indolable marca de unos dientes.

Tienen dos caminos que escoger: el quicio de una puerta honrada o el harem del vicio.
Y en medio de tantos, de tantos rigores aún hay quien a hablares se atreven de amores.

Aquellos magnates que amparales pueden, más la precipitan para que más rueden,
y hasta hay quien se vuelve su poster verdugo, queriendo exprimirlas si aún les queda jugo.

Las abandonadas son como el bagazo que alambica el beso y exprime el abrazo.
Si aún les queda zumo lo chupa el dolor. Son triste bagazo, bagazo de amor.

Cuando las encuentro, me lleno de angustatias, sus senos marchitos y sus caras mustias, y pienso que arrastra su arrepentimiento un niño que es hijo del remordimiento...

El remordimiento lo arrastra algún hombre oculto, que al niño niega lecho y nombre;
al ver esos niños de blondos cabellos, yo quisiera amarles y ser padre de ellos.

Las abandonadas me dan esa pena porque casi todas son mujeres buenas;
son manzanas secas, son frutas caídas del árbol frondoso y alto de la vida.

No hay quien las ampare, ni hay quien las recoja. Más que el mismo viento que arrastra la hoja.

De sus hondas cuidas, ni el señor se apiada, porque de estas cosas...Dios, no sabe nada.

Marchan con los ojos fijos en el suelo, cansadas en vano de mirar el cielo.
Y se van las pobres llorando un cariño, recordando un hombre y arrastrando un niño.



Resumos Relacionados


- Como Encontrar Un Maestro

- El Circulo De Tiza Caucasico

- Mi Madre Vale Dos

- Amor Eterno. Un Romance A Través Del Tiempo. De Judy Hinson

- Mañana En La Batalla Piensa En Mi



Passei.com.br | Biografias

FACEBOOK


PUBLICIDADE




encyclopedia