Resumo de Poniendo Mis Cuentas Claras

    No había ruido alguno aquel día, era una mañana más cercana ya a la primavera que llegaba lentamente...de un momentos a otros la vida cambia, ya no habrá flores en esa primavera. solo habrá ruido de guerra, olor a muerte y un final negro para una revolución que era de ellos para ellos y con ellos.
   Han pasado muchas primaveras pero el recuerdo de aquella espantosa tragedia siempre se viene a mi mente, hoy cuando miro hacia atrás y los 8000 y algo de kilometros que me separán de aquella tierra bendita a veces y maldita otras; esa misma tierra que ha sido de miel y amargo, pero que se lleva muy dentro del alma como la llevo yo. Madrid ahora cuando se acerca otro otoño es mi nueva tierra, la que me manda e inspira a recordar sin miedo y sin ira, la que me dice escribe para perdonar y olvidar, tal como lo el "Padre Nuestro" , perdona mis pecados asi como yo perdono a aquellos que me agredieron en lo más intimo, los que se llevaron a mi Padre aquel día en que la primavera estaba ya casi a punto de comenzar a abrir cada flor, me cambiaron la primavera como el más crudo invierno de los países del norte, y la nieve se tiñó de sangre y gritos de metralla, de gentes que corrían de un lado a otro, perseguidos y abrumados, sabiendo que la muerte estaba cerca y que el infierno había llegado para todos aquellos que solo creían en la paz y la libertad, yo saliendo de la adolescencia me llevé lo mío y heme aquí hoy, sobreviví todo aquello y bendito sea mi país que permitió que hoy dijera lo que ví, lo que viví y lo que odié cuando aun era pequeña, lo que he superado y todo aquello que solo puedo decir yo que lo sentí en medio de mi alma y el corazón cuando aquella mañana el hombre de traje claro salio rodeado por uniformes verdes cuyas caras no existían, solo unas cuencas que hacian las veces ojos, y que irradiaban el odio más atroz que ser alguno puede mostrar...Los golpes de esa mañana en el alma y en la puerta de nuestra casa, son quizás los mismos golpes que seguí recibiendo continuamente durante 25 años; los golpes que hoy me hacen sentar y poder decir que mi alma estuvo rota, que estuvo dolida que comenzó a curarse y que ya está sanado y reencontrándose nuevamente con la vida misma

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