Corre Con El Corazón
(Donanfer)
Corre con el corazón ¡ Cuánto equilibrio emocional habrá que tener! ¡Cuánto pulso firme, frío, casi pétreo, tendrá que mostrar la Federación Internacional de Atletismo (IAAF) para aplacar la llama del corazón de Oscar Pistorius, un atleta sudafricano de veintiún años cuyo cuerpo termina poco después de las rodillas! Su vida sabe de esfuerzo, bajo una coraza de superación y amor propio, de acero sólido. Pistorius lleva dos prótesis desde que su memoria proyecta los primeros recuerdos. Hoy iza una bandera y dice que no quiere los Juegos Paralímpicos; su convicción afirma que no se detendrá hasta los Juegos Olímpicos de Pekín 2008. La federación madre del atletismo, en tanto, sigue de cerca su caso, ante una eventual ventaja sobre los deportistas. Mientras tanto, Pistorius corre... "Sentí una increíble emoción. No salí bien, quizás estaba demasiado agitado, muy tenso... pero después la situación mejoró. Estaba deseando este momento. Tenía que dar un paso adelante para medirme con gente más rápida y avanzar en mi carrera", manifestó Oscar- . El atleta de temple de acero, fue invitado a la Liga de Oro, en Roma, y por primera vez compitió con atletas sin discapacidades. Se retiró aplaudido: marcó un tiempo de 46s90/100 y quedó segundo en los 400m, detrás del corredor local Hubo emoción, mucha emoción. Y la IAAF siguió atentamente cada paso del sudafricano. La controversia está planteada. Hasta ahora, los reglamentos impiden "el uso de cualquier aparato técnico que incorpore resortes, ruedas o cualquier otro elemento que provea al usuario de una ventaja". El propósito original era negar el uso de sofisticados aparatos en las zapatillas, pero también se aplicaría a las prótesis. Pero ese punto se estudiará en el congreso de la entidad, en dos días consecutivos de la penúltima semana del mes próximo, en Osaka, Japón, antes del Mundial. Si se busca el trato más justo, ¡cuánto equilibrio emocional habrá que tener! ¡Cuánto pulso firme, frío, casi pétreo, tendrá que mostrar la Federación Internacional de Atletismo (IAAF) para aplacar la llama del corazón de Oscar Pistorius, un atleta sudafricano de veintiún años cuyo cuerpo termina poco después de las rodillas! Su vida sabe de esfuerzo, bajo una coraza de superación y amor propio, de acero sólido. Pistorius lleva dos prótesis desde que su memoria proyecta los primeros recuerdos. Hoy iza una bandera y dice que no quiere los Juegos Paralímpicos; su convicción afirma que no se detendrá hasta los Juegos Olímpicos de Pekín 2008. La federación madre del atletismo, en tanto, sigue de cerca su caso, ante una eventual ventaja sobre los deportistas. Mientras tanto, Pistorius corre... Oscar fue invitado a la Liga de Oro, en Roma, y por primera vez compitió con atletas sin discapacidades. Se retiró aplaudido: marcó un tiempo de 46s90/100 y quedó segundo en los 400m, detrás del atleta local Hubo emoción, mucha emoción. Y la Federación Internacional de Atletismo siguió atentamente cada paso del sudafricano. La controversia está planteada. Hasta ahora, los reglamentos impiden "el uso de cualquier aparato técnico que incorpore resortes, ruedas o cualquier otro elemento que provea al usuario de una ventaja". El propósito original era negar el uso de sofisticados aparatos en las zapatillas, pero también se aplicaría a las prótesis. Pero ese punto se estudiará en el congreso de la entidad, el 22 y 23 del mes próximo, en Osaka, Japón, antes del Mundial. La eventual participación de Pistorius en Pekín no sólo depende de su ímpetu; también necesita marcas mínimas. Todos esos registros son récords para los atletas paralímpicos, pero no alcanzan para los Juegos Olímpicos (46s30/100 es la mínima en los 400m), pero el velocista confía en mejorarlos antes del límite. "Nadie de la IAAF vino a ver las prótesis, que son un elemento pasivo. Toda la fuerza llega directamente del cuerpo porque no tengo músculos. Pistorius, conocido en Inglaterra como Blade Runner -´corredor con cuchillas -. Nick Davies, vocero de la institución, afirmó: "Lo autorizamos a competir mientras se estudia su caso". Oscar tenía apenas trece meses cuando sus padres, Henke y Sheila, tuvieron que tomar la decisión más drástica: una malformación en los huesos de su hijo -a quien le faltaba el peroné- seguía degenerándose y amenazaba con problemas mucho más serios en la adolescencia. La decisión fue cruda, pero al final pareció la mejor. Partes de ambas piernas fueron amputadas y el niño aprendió a caminar con las prótesis. De ojos verdes, siempre sonriente, Pistorius abrazó varios deportes. En la Universidad de Pretoria conoció a su entrenador, Ampie Louw, que rápidamente se le unió al trabajo cuando comprobó sus sorprendentes condiciones. Poco a poco se ganó el reconocimiento en su país. Las principales empresas, como Visa y Nike, ya se aseguraron su imagen. Pistorius estudia filosofía y dice que algún día le gustaría tener una cadena de restaurantes en las principales capitales del mundo. La participación de Pistorius en Pekín 2008, y tal vez en el Mundial de Osaka, dependerá de sus marcas y de la decisión de la Federación Internacional de Atletismo Donanfer
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