Resumo de La Guerra Entra En Las Escuelas En Afganistán

La guerra entra en las escuelas en Afganistán La maestra se ausentó, por lo que a diez de sus alumnas se las dejó salir temprano de la escuela. Fueron a quienes los asesinos vieron primero: diez blancos fáciles que pasaban tomadas de la mano por el portón metálico azul hacia el sinuoso camino de tierra. Seis alumnas fueron víctimas de ataques esa tarde de junio pasado; dos de ellas murieron. La escuela de Qalai Sayedan -considerada entre las mejores de la provincia central afgana de Logar- reanudó las clases tan sólo el pasado fin de semana, pero incluso con guardias armados en el portón sólo la cuarta parte de los mil seiscientos alumnos se atrevieron a regresar. Asesinatos, decapitaciones, incendios y bombardeos son los instrumentos de intimidación utilizados por los talibanes y otros para cerrar cientos de escuelas públicas afganas. Apuntar a la educación es hacerle la guerra al gobierno. A los padres les quedan alternativas peculiares. "Es mejor que mis hijas estén vivas aunque eso signifique que deban ser analfabetas", piensa mas de un padre, piensan todos los padres. Seis millones doscientos mil niños están matriculados, es decir, casi la mitad de la población en edad escolar. Y aunque se puede desconfiar de las estadísticas afganas, no hay duda de que la asistencia a clases aumentó mucho más que en cualquier época anterior. Un tercio de los estudiantes son niñas, algo maravilloso por sí mismo. Históricamente, la educación de las niñas ha sido subvaluada y los talibanes prohibieron que asistieran a la escuela. Pero después de treinta años de guerra, en muchos aspectos la nación afgana debe comenzar de cero. La acelerada demanda de educación se ve defraudada por la oferta limitada. Más de la mitad de las escuelas no tienen edificio y las clases se dictan en carpas, a la sombra de árboles, o a la abrasadora intemperie. Sólo el veinte por ciento de los maestros tiene capacitación, aunque mínima. Los libros de texto están desactualizados; cientos de ellos deben ser redactados, y millones deben ser impresos. Y además está la violencia. En las provincias sureñas, donde los talibanes combaten más ferozmente contra las tropas de la OTAN, la educación virtualmente se ha interrumpido. En otras áreas, los ataques contra las escuelas son esporádicos, impredecibles y dejan a todo el mundo perplejo. Según estimaciones del ministerio, hubo 444 ataques desde agosto pasado. Algunos fueron simples robo; otros, incendios de carpas. Y otros, audaces asesinatos bajo el sol del mediodía. Al atacar a las escuelas, los terroristas quieren afirmar su propia existencia Educado en Occidente, Atmar es el quinto ministro de Educación en cinco años y medio. Ha establecido un ambicioso plan para la construcción de escuelas, capacitación de maestros y la modernización de la enseñanza. Pero para ese fin el ministro debe atraer fondos extranjeros. Y los donantes no han sido muy generosos cuando se trata de escuelas. Desde la caída de los talibanes, la Oficina de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional asignó sólo el cinco por ciento de su presupuesto para Afganistán a la educación, ......poco........demasiado poco. La necesidad afgana vuelve tanto más trágicos los asesinatos en Qalai Sayedan. La escuela estaba repleta: con los mil seiscientos alumnos colmaban doce aulas y un pasillo. Hace dos años fue designada la principal escuela de la provincia. Su rectora, fue felicitada y recompensada con un viaje a los Estados Unidos. Pero el ataque contra la escuela hizo que los padres se preguntaran si el sólido prestigio de la escuela no se había convertido en una causa de provocación. En las embajadas occidentales los talibanes son definidos como un adversario monolítico, pero para los aldeanos es demasiado simplista suponer que los ataques fueron parte de una más amplia campaña terrorista. La gente los observa como un grupo variado, con diversos motivos para quejarse, diversas conexiones tribales, y se pregunta: ¿alguien de la escuela ha ofendido a alguien? En la aldea muchos culpan a la rectora. No pocos coinciden en que <>según señaló el tío de una alumna asesinada. Donanfer

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