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Interpretación Personal O Revelación Especial?
(Ricardo Perregrini)

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¿Interpretación personal o revelación especial?
Seguramente, las personas que en esta vida están dotadas de sabiduría, ciencia y conocimiento, no afirmarán categóricamente que lo mejor, lo bueno, lo que es agradable y de buen nombre, viene de la mano con la interpretación personal que cada uno le confiere a su existencia.
La diversidad de caracteres humanos, sumados al entorno sociocultural con sus continuos y acelerados cambios, junto a toda la embestida de empresas y programas mediáticos, hace improbable que nadie se justifique a si mismo por el estilo de vida adquirido   y pueda decir: "estoy en el camino correcto".
No desde el punto de vista de la interpretación personal.
Si así fuera, tendríamos millones de caminos correctos.
En cambio, la conducta social en la historia tiene mucho que ver con la frase del Profeta Isaías (la Biblia, Antiguo Testamento): "cada cual se apartó por su camino"
A partir de la era del Renacimiento, comenzaron a exponerse las ideas y los pensamientos, nacidos estos luego de un extenso período de oscuridad, cuando la fe sin revelación, aplastaba las naturales virtudes humanas.
Pero las nuevas ideas y planteamientos filosóficos se tomaron revancha. Entonces la razón sometió a la fe, y la balanza, volteando hacia el otro lado, nos puso otra vez en desequilibrio.
En realidad, la historia humana es la historia de la deshumanización.
Fuimos creados como seres morales, inteligentes y espirituales.
Privamos al hombre de moral y lo dejamos desnudo, sin dignidad. Porque la moral es parte del ser humano que tiene derecho a lo que le corresponde por naturaleza desde que entra al mundo de los vivientes.
Como seres inteligentes, tenemos la oportunidad de elegir, mientras nos educamos ya sea por asistencia o bien por nuestro sentido común de las cosas. Porque hay en la escencia del humano un músculo sensorial para distinguir entre lo que es bueno y lo que no lo es. Por ello La Biblia declara: "todo lo que sea de buena conciencia, esto haced".
Y lo mejor, somos seres espirituales. El hombre, un ser tripartito: espíritu, alma y cuerpo.
Nuestro cuerpo es la parte externa y sensorial que se comunica con el mundo exterior.
Nuestra alma es nuestro Yo, nuestro carácter, nuestra personalidad, nosotros mismos.
Nuestro espíritu es la parte más profunda de nosotros mismos. El lugar donde Dios se comunica con nosotros y nosotros con Él.
La revelación especial es la enseñanza de Dios a nuestro ser más profundo. Allí y sólo allí, podemos conocer que hay un orden para nuestras vidas, paz y seguridad en todos los aspectos.
Dios es un Dios de orden. Él ha dicho que hay camino que al hombre le parece derecho, mas su fin es camino de perdición.
También declara La Biblia que: "engañoso y perverso es el corazón más que todas las cosas, ¿quién lo conocerá? -
La Revelación especial te saca de tus dudas y vaivenes y te presenta a Jesús quien ha dicho: "Yo soy el Camino y la Verdad y la Vida".
Nuestra naturaleza humana y las múltiples sugerencias de la sociedad moderna, nos hacen propensos a seguir algún camino por el cual parece que escaparemos.
Nos fascina la idea de la libertad. Muchos caen en redes fatales, ocultas detrás de anuncios que sugieren libertad o liberación. 
Pero hay seguridad y cumplimiento en las promesas hechas por Dios.
La Biblia dice: "Si Cristo os libertare seréis verdaderamente libres".
Para muchos será atrayente vivir la vida conforme a normas o filosofías que invitan a una interpretación personal de lo que es conveniente para uno mismo.
La Biblia en tanto aconseja: "No seas sabio en tu propia opìnión, teme a Dios y apártate del mal" - 
Para muchos también, los que reciben por fe, incondicionalmente la palabra de la Sabiduría de Dios, optar por una revelación especial es poner los pies en un sendero de acceso a todo lo que es verdadero, justo, honesto, amable y de buen nombre.
Finalmente, me humillo a mi mismo y escucho las palabras del sabio Rey Salomón quien dijo al final de su búsqueda de la felicidad: 
"Todo el discurso oido es este; teme a Dios y guarda sus mandamientos, porque esto es el todo del hombre".
Ricardo Luis 




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