Resumo de Orgullo Y Prejuicio

Jane Austen, la más grande de todas las novelistas de maneras nació en 1775 y murió en 1817. Sin el aparato crítico exhibicionista esta modesta hija de un rector de Hampshire, con su reservada y penetrante visión del hombre como animal social, pulió y controló el ingenio y debajo de toda su constante, su aprehensión moral de la naturaleza de las relaciones humanas produjo certeras novelas. ?Orgullo y Prejuicio? es de lejos la más popular de todas las novelas de Jane Austen. Austen se decía a sí misma de la novela que siempre había pensado que era demasiado lúcida, brillante y chispeante, requiere sombra, y este es quizá el motivo por el que es tan popular. La viveza y precision de estilo lleva al lector a través del libro con facilidad. El estilo es llano y modesto; cubierto con un sutil toque de ironía, principalmente a su manera. Hay una vida luminosa sobre los personajes y un diestro y discreto arte; es una obra maestra de Austen. Estructuralmente el libro tiene un alto nivel de artesanía. Está la familia Bennet, Jane y Mr. Bingley, Darcy y Elizabeth ? todos van juntos y justo a tiempo producen las revelaciones apropiadas del personaje de Wickham y otros. Los personajes se circundan en un ballet clásico en movimiento - Elizabeth vivaz e ingeniosa, Sr. Darcy orgulloso, Jane hermosa y compasiva, el Sr. Bingley afable, la señorita Bingley proyectada, Wickham hipócrita, para no olvidar a la Sra. Bennet que es una creación cómica notable. Los hallazgos de prejuicio de Elizabeth sobre si misma encuentran confrontación con del orgullo de Darcy lo que da a la novela su quid. El argumento que remacha es fácil para que nos olvidemos apenas de cuántas diversas formas narrativas son el ? usado de la forma epistolar - reportaje sucinto, diálogo chispeante a la información obtenida bajo la forma de chisme. La oración de la abertura, tan separado que es, es notable en su recapitulación de la novela. Los dilemas a que los personajes hacen frente sea moral o social, toda la resolución alrededor de las dificultades de la verdad. Toda su falsa seriedad puede estar bien para que nosotros consideremos la entrada del décimo octavo siglo en la que la novela coincide con la nueva investigación de la naturaleza de la verdad humana y desafía el conocimiento anterior del mundo. Y con todas sus exploraciones de la verdad, del dilema entre la ilusión y la realidad, la novela es quizás tan acertada porque dibuja al lector dentro de sus problemas. Nos preocupa que el corazón de Jane se pueda separar para siempre de Bingley, no ver con buenos ojos el contrato de Charlotte, la risa en Sr. Collins y reflexionar por qué una pareja tan incompatible como el Sr. y la Sra. Bennet alguna vez se casó en absoluto. Hay una progresión de impresiones diversas, que nos recuerda una y otra vez de como no se debería tomar solamente la versión de una persona como la verdad infalible. Un ejemplo perfecto es el caso del pasado de Wickham, y como lector atacamos a Elizabeth Bennet que se debate violentamente sobre dos versiones totalmente diferentes. La verdad es siempre la cuestión latente, y absorta en si Elizabeth y Darcy serán unidos al final a menudo olvidamos de considerar las relaciones entre la verdad y la realidad que Austen hábilmente explora. Si habría que confiar más en las historias de otros o la propia impresión de alguien es un dilema a la vista de la situación de los personajes en varias ocasiones, por ejemplo Gardiners quien ha oído informes cáusticos sobre Darcy provenientes de Elizabeth, o el inmenso hombre joven grave pero cortesano que les informa sobre Pemberley. Esto es una novela para ser aplaudida debido a su visión cómica que ilumina los personajes de sobre todo el Señor y la Señora Bennet y el Ridículo Señor Collins. A pesar de que el Sr. Bennet se lamenta de que su esposa pueda ser despedida de su hogar después de la muerte de su marido, ella le replica: ?Mi querido, no cedas el paso a tales pensamientos sombríos ? Entre nosotros queda claro que puedo sobrevivir?. El matrimonio como implicado por la oración de apertura es la cuestión central y tiene tanto alusiones cómicas como serias y el paso nunca vacila. Austen sin embargo dócilmente acepta la jerarquía en la estructura de clase, algo que un lector moderno podría encontrar discorde. Pero ella ataca bruscamente el esnobismo en forma de personajes como la Señora Catherine. Elizabeth es fascinante porque no es perfecta. Ella es impulsiva y parcial, pero animada y valiente, imperturbablemente un ser humano y es quizás por eso qué la amamos. Como el lector que lee el libro, ella también observa y nota y acepta ciertas cosas. Como cuando ella lee la carta acusadora de Darcy, tropezando con frases en su impaciencia para ver que mentira suscita al final, el lector también salta palabras ansioso por averiguar lo que Darcy ha convenido. Como cuando ella reexamina la carta, que fuerza al lector a volver los pasos mentalmente y comprender la verdad sobre Wickham. " Hasta este momento, yo nunca me conocía " dice Elizabeth sacudida, y nosotros también somos sacudidos, obligados como lectores a reexaminar todo - del personaje de Darcy a los prejuicios fuertes de Elizabeth.

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