Orgullo Y Prejuicio
(Jane Austen)
Cuando vivimos demasiado en el mundo gustamos de los sueños vanos y placenteros a mi juicio pero no quiere decir que no se disfruten, pero el punto es, ¿a quien no le gusta las obras habladas al amor?, o ¿cantadas a los sueños?, o mejor como pueden amar las personas según la sociedad en la que se ven envueltas, y en épocas ajenas a la nuestra, toquemos el punto de que la obra empieza con cinco hermanas todas distintas de ver la vida, la mayor Jane tiene el carácter más dulce y es la más hermosa, la que atraerá en una o más reuniones la miradas de los jóvenes caballeros, luego le sigue Elizabeth (liztzy) la segunda mayor, amante de la literatura, y sobre todo ofuscadas en sus opiniones y manera de pensar, y aunque su madre no la considera hermosa, eso no significa que no atraerá al hombre más deseable, luego la más joven Lydia, con un carácter tonto, y testarudo, le acarreará uno que otro problemas a la familia y consigo llevara a las dos ultimas hermanas al infortunio de no poder compartir y exponer su belleza al resto de la afamada sociedad, pero entre amores y malos entendidos cada una reconocerá que el amor no solo se puede medir en los prejuicios y orgullo, bondad o paciencia, ni en la impresión causada por lo que pueda observarse sin tratar, eh aquí como dos importantes hidalgos conocen a nuestras sritas encontrando cada uno en su profundos pensamientos su motivación entre las tales damas, Darcy el caballero más orgulloso y su amigo Bingley el caballero más amable, desataran sus hilos de sentimientos, dejando entrever que la forma en que dirigimos nuestros acciones no deben causar un sobrepeso a las opiniones que otros puedan formar sobre nuestro carácter.
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