De Roma A Jerusalem. Andanzas De Un Viajero En Tierra Santa
(Octavio Velasco del Real)
...Al caer de la tarde, llegamos a la cumbre de una abruptísima colina y aparece ante nuestros ojos el monte de los Olivos, ligeramente salpicado de verdura y con todas las trazas de un cementerio abandonado. A la derecha el Valle de la Cruza, y más allá de éste las blancas casitas de Belén. ¿Y Jerusalén? Jerusalén apenas puede distinguirse: tan solamente se ven de ella la gigantesca torre de David y la cúpula del Santo Sepulcro. El resto queda oculto detrás de un espeso amontonamiento de rotondas y fachadas blancas, de construcción moderna: la iglesia rusa, hospitales, escuelas,...Nuestro viajero visita la Exposición Universal de París (1889), de donde viaja a Roma e inicia el fantástico periplo hasta Jerusalén, por entonces bajo el dominio turco. Un viaje complicado y lleno de peligros, que lo lleva desde Damasco a los Santos Lugares, a la Jerusalén ensoñada, para regresar a Barcelona, escala de su tierra natal de Teruel, unos cinco meses después.Un viaje hacia los orígenes del cristianismo, es decir hacia los fundamentos de la sociedad occidental que conocemos, un viaje hacia una urna sagrada que encierra el penetrante perfume de la flor de un puñado de religiones que conviven tras las murallas de la deslumbrante ciudad sagrada: Jerusalén.Si bien es un libro que puede resultar un tanto difícil de leer para los latinoamericanos por la forma en que está escrito (español más bien antiguo y tradicional, el que usan en España), igualmente es recomendable por lo interesante de sus relatos.
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