Resumo de Despedida De Una Chilena A Mi General Pinochet

Y yo hoy le lloro mi DESPEDIDA DE UNA CHILENA A MI GENERAL PINOCHET General Pinochet?. Nunca podré olvidar su forma y su obra. Vivía yo mis diecisiete años cuando me tocaba deambular de fila en fila para poder comprar algo que estuviesen vendiendo, lo que fuese. En cuanto veía una línea de personas con botellas para comprar aceite, azúcar, leche, hasta cigarrillos o lo que fuese, volviendo yo del colegio, me ponía en la fila para comprar lo que estuviesen vendiendo?. pero es porque no había nada de nada. Este país, mi Chile, estaba en ruinas, en la pobreza popular más absoluta, no había nada más que comprar en los supermercados que una carne enlatada China y eso sería todo. Yo no fui la proveedora de mi hogar, yo era apenas una adolescente que consciente de lo que ocurría a mi alrededor, tomaba las armas que tenía a la mano, en aquellas instancias dinero para comprar, en otras las cacerolas para, cuando estaba concertado, tocar al mismo tiempo que la mayoría de las mujeres chilenas todas las cacerolas y efectuar el ?cacerolazo?. Su gobierno fue apoyado en un 70% por las mujeres. Al gobierno imperante en ese momento no le importaba nada, ya se le había ido de las manos, como el mismo ex presidente Allende alguna vez reconoció, pero yo mi general, sin tener tendencia política alguna, sufría por ello. Sufría por ver la división de este mi pueblo chileno de casi once millones de habitantes tirar para un lado o para otro.

Hoy mi General, cuando me he enterado de su muerte, lloré?. Con tristeza lloré, sin siquiera imaginar que me impactaría tanto?. Lloré. Recuerdo sus ojos azules como el cielo y su mirada dulce como la miel. Si vivimos tanto dolor posterior a su toma de poder fue porque tuvo usted que defender a este país en llamas y devastado por el dolor, la carencia y la división... No se puede criticar nada sin haberlo vivido!

Hoy a mis cincuenta años, y tras enterarme de su muerte, mis lágrimas no brotan sólo de mis ojos, sinó de este corazón de chilena que fue capaz de vivir su milagro, el milagro de habernos sacado de ser el país más pobre de Latinoamérica y habernos convertido en un modelo de economía. Hubo muertes, hubo desapariciones, es cierto pero fue el alto precio que debimos pagar para sanear nuestra nación. Usted era un buen hombre, le pude ver en sus ojos. Muchas veces estuve cerca de él y nunca, ni una sola vez vi. Turbiedad, ni ambición?. Si usted no fue un dictador, fue un militar, con su vocación y la clara visión de saber que este país debía ser salir a como diese lugar de esa situación caótica de crisis económica y social en que estábamos sumidos. Un dictador no convoca a elecciones y luego de perderla , tras diecisiete años con un 49% de aprobación popular, entrega el mandato a un gobierno elegido democráticamente, si eso es ser un dictador, yo debiera estar muerta porque me impuesto muchas veces , como persona, como mujer y como madre.

Hoy mi General le lloro y no puedo evitarlo. Hoy mi General, constato que le llevaré en mi corazón mientras esta lata. Hoy y a pesar de todo lo que se ha dicho y mucho de eso puede ser verdad, soy simplemente una humana que le ha perdonado por su debilidad y le ha ensalzado por su grandeza.

Me pongo de pie para despedirlo, le entono mi última canción nacional y le lloro.

VIVA USTED MI GENERAL PINOCHET!!!

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