Resumo de Veinticuatro Horas En La Vida De Una Mujer

Veinticuatro horas en la vida de una mujer
Stefan Zweig
Obra del escritor austriaco Stefan Zweig (1881-1942), publicada por primera vez en inglés en 1934.
El autor reside en el momento de contar la historia, en una pensión de la Riviera francesa. Tiene relación con otros huéspedes del lugar con los que se reúnen a diario y comparten comidas, charlas, juegos y deportes, como cualquier grupo de veraneantes en un hotel de la playa.
Entre ellos se halla una pareja lionesa con dos niñas adolescentes.Un día aparece en la pensión un joven muy amable, apuesto y al parecer de buena posición económica, que en pocas horas seduce a la esposa de esta pareja y los dos huyen, ante el dolor del esposo, de las niñas y la estupefacción de los ocupantes de la pensión.
Los testigos de este hecho, que no son otros que el propio autor y los pensionistas, unidos a los empleados de la pensión, se sorprenden sobre todo por la rapidez con que se desarrolla la aventura, y todos descreen del hecho de que una mujer honrada, tal era la valoración que se poseía de ella, hubiese podido abandonar su hogar después de tan sólo unas horas de relacionarse con un desconocido.
El autor como no manifiesta ningún desprecio por la fugitiva, en las acaloradas discusiones que se entablan al respecto y que el mismo autor define a veces, con visos de fuerte agresividad, la defiende abiertamente; lo cual le granjea la enemistad con todos. La situación se suaviza, con la intervención de una señora inglesa, ya mayor, Mrs. C?, pone paños fríos a esta embarazosa situación, que de una manera o de otra, los ha afectado a todos. Más luego, recibe unos días después, una nota donde la dama inglesa lo cita a una charla, en ella le cuenta un episodio de su juventud muy semejante al que tanto ha conmovido a los veraneantes.
Esta dama inglesa, había quedado viuda, tenía por entonces unos cuarenta años y dos hijos ya mayores. Mrs. C?, así se llamaba la dama, después de haber viajado mucho para poder distraer su tristeza, asistió una tarde, en una sala de juego de Montecarlo, a la penosa escena donde un joven apuesto y simpático quedó arruinado por el juego. Intuyendo que éste, después de semejante revés, podría intentar suicidarse, se acercó a él y le ofreció dinero para poder salvar su situación haciéndole prometer que abandonaría Montecarlo al día siguiente. Luego fueron juntos a un hotel y pasaron una hermosa noche de amor. Pero el joven lejos de cumplir su promesa, volvió al casino donde había ganado una fortuna y vuelto a perder todo lo que tenía. Como estaba furioso por la situación, al acercársele ella, le arrojó a la cara los billetes que ella le había dado, humillándola en público; con este hecho. Mrs C?, se sintió tan avergonzada con el hecho, que se marchó del lugar inmediatamente.
Años más tarde se enteró del suicidio del joven y lejos de experimentar pesar, se sorprendió de la tranquilidad que le dio esa noticia, ya que con él desaparecía un testigo de la humillación a la que había sido sometida y de la imprudente conducta que Mrs. C?, había tenido en ese momento.
Este relato es sumamente particular porque comienza con un tema que pareciera que es el más importante en el mismo y sin embargo, luego se descubre que la intención del autor es otra.
Se hace además especial porque ahonda en el mundo del juego y del jugador, con escenas de un profundo dramatismo que da lugar a interesantes interpretaciones.

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