EL CONDE DE MONTECRISTODesde las primeras páginas de esta lectura excelsa se va uno sumergiendo en el infortunio de Edmundo Dantes, en su disputa casi sempiterna contra Danglars, Morcef y el terrible Villefort, verdugo de su padre y promotor de muchas de sus desdichas. Aborreciblesdelaciones, conjuras políticas, infames crímenes, venganzas crueles y admirables altruismos, túneles romanos habitados por facinerosos, subterráneos donde perecen condenados inocentes, ilimitados fortunas en socavones recónditos de islas desoladas... agréguese venenos, vergeles sombríos con tumbas disimuladas de niños, princesas orientales, diamantes, monedas de oro,,......un coctel endemoníaco : eso es El conde de Montecristo, del gran Alejandro Dumas, relato casi inadmisible, colosal, imaginativo, ficticio malicioso y fascinador como pocos, imposible de abandonar una vez que el lector se sumerge en el relato de los infortunios de Edmundo Dantés. La novela comienza justamente con Dantès regresando a Marsella, donde se topa con su familia y amigos. El anterior capitán, Leclére, - fanático quijote del ya desterrado Emperador Napoleón-, comisionó a Dantès en su lecho de muerte que entregara un envío al gran mariscal Maréchal Bertrand, por entonces exiliado en la isla de Elba. Danglars, (el jefe de cargamento, celoso de la promoción de Edmond) y Fernand, que ama con locura casi enfermiza o sin el casi...a.. Mercedes, procuran acusar a Dantés como agente bonapartista; es enviado al procurador y magistrado Villefort. Acusado sin prueba, maliciosamente de convertirse en funcionario del Gran Corso Villefort encierra a Edmond a pudrirse literalmente e indefinidamente en el siniestro Castillo de If.Tras su escapada, Dantès, después de pasar tres meses entre contrabandistas, recupera el tesoro y se reinventa como el enigmático conde de Montecristo. Dantès regresa a Marsella para retomar contacto con sus seres queridos, pero sólo halla desesperación. Tomando distintas personalidades, desde un abate italiano a un banquero inglés, Edmond Dantès puede confirmar sus sospechas a través de Caderousse, al que visita disfrazado, fingiendo cumplir el último deseo de Edmond. Es más, Fernand se ha casado con Mercédès y tienen un hijo, Albert. Mientrastanto,los amigos de Edmond han sufrido en manos del destino. Pero durante el encarcelamiento de Edmond, Morrel sufrió una trágica serie de desventuras, y en el momento en el que Edmond regresa a Marsella no tienen nada más que a sus dos hijos, Julie y Maximilian, y unos cuantos criados leales. La compañía está al borde de la bancarrota, y Morrel piensa en suicidarse. Al descubrir esto, Dantès repone desde el anonimato la fortuna de Morrel justo a tiempo, bajo el seudónimo de "Simbad el marino". Manipula a Danglars para que le dé un "crédito ilimitado" de seis millones de francos, y <<maneja>> la bolsa para destruir la fortuna de Danglars, cobrando los seis millones sólo cuando Danglars está al borde de la bancarrota y forzándole a huir a Italia. Montecristo tiene una esclava griega, Haydée, cuya famila y hogar en Yanina fueron destruidos por Fernand durante una guerra. Casi obliga a Danglars para que investigue el suceso, que es divulgado en un periódico. Haydée testifica contra él, y Fernand queda así sumido en la deshonra. .Mas aún. , Mercedes que parece saber la verdadera identidad de Montecristo, confiesa la historia completa de su juventud a su hijo Albert, que casi se bate en duelo con Montecristo tras responsabilizarlo de la mancilla de su progenitor. Entre tanto, la familia de Villefort está dividida. Valentine, la hija que tuvo con su primera esposa Renée, va a heredar toda la fortuna de la familia, pero su segunda esposa, Heloise, pretende reclamar la fortuna para su hijo Edouard. . Heloise asesina a un sirviente de la casa, Barrois (sin querer), a los Saint-Mérans, suegros de Villefort, e intenta asesinar a Valentine. Mientras tanto, Montecristo atormenta a Villefort con su antigua aventura amorosa conla mujer de Danglars y con el hijo que tuvieron. Villefort pensaba que había nacido muerto, y lo enterró detrás de una casa de Auteuil que Montecristo compra posteriormente. El hijo fue rescatado de su tumba y criado por el sirviente de Montecristo, Bertuccio. En su adultez, entra en París disfrazado como conde Andrea Cavalcanti, tan sólo revelándose a Villefort cuando es arrestado por el asesinato de Caderousse. Montecristo salva a Valentine y, mediante Noirtier, Villefort se entera de que Heloise es la asesina. Estos terribles sucesos, al tiempo que Montecristo revela su identidad a Villefort, le hacen perder el juicio.Maximilian Morrel se enamora de Valentine de Villefort, y el niño Edouard de Villefort es envenenado por su madre, haciendo que Dantès se cuestione su papel como actor de la venganza de Dios. Aunque la reparación sobre sus enemigos no está completa del todo, deja en libertad a su enemigo final e enmienda a los que quedaron envueltos en el desconcierto consecuente, valiéndose así también sus propios criterios de justicia.La venganza no le devuelve a Mercedes; empero la clemencia y el impulso a recomenzar una nueva vida le sugiere, en cambio, que su protegida y esclava, la princesa de Janina, Haydée, puede ser su ilusión y su esperaza pendiente. La última visión que tenemos de este hombre portentoso es la que tiene el joven Morrel, sobre el cielo de un azul oscuro, el navío de Montecristo se aleja con rumbo desconocido hacia una nueva vida también ignota.Donanfer
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