BUSCA

Links Patrocinados



Buscar por Título
   A | B | C | D | E | F | G | H | I | J | K | L | M | N | O | P | Q | R | S | T | U | V | W | X | Y | Z


La Locura De Smétana.
(Patricia Blanco y Correa Magallanes.)

Publicidade
La locura de Smétana.Smétana padeció de sífilis, enfermedad que lo dejó sordo y, finalmente loco.?El Moldavia?, composición de su ciclo ?Mi Patria? es una de las músicas descriptivas más bellas que se han compuesto. La melodía sigue el transcurso del río Moldav en su fluir por la campiña checa; a veces tan lento como si fuera eterno, otras, violento, y las más, juguetón, con el ánimo alegre de los bebedores de cerveza checa.Checoeslovaquia es el único país europeo que no tiene salida a ningún mar; acaso debido a eso, su gente ama tanto al río, porque todos necesitamos ver el agua, porque en su perpetuo movimiento, hay para los hombres una memoria sin recuerdos precisos, una comunión con la Naturaleza. Pues ese éxtasis es el que Smétana transporta a su música, en la que también plasma su primer amor: el imposible amor romántico por su propia prima hermana. En contra de la placidez de su música, que es un canto a la vida, al amor y a su patria, la vida del compositor nunca fue feliz; como muchos otros artistas, Smétana frecuentaba a las prostitutas de Praga, buscando quien sabe qué placeres, que autodenigración. Fue así que contrajo la sífilis (el mal de los bohemios del siglo XIX), primero ensordeció debido al daño neurológico, sin embargo, continuó componiendo, como un pintor ciego que sólo puede ver su obra con los recuerdos del color, Smétana nunca escuchó más su propia música sino con el corazón. Para entonces su prima se había casado y a Smétana le estaba prohibido verla, luego de un pequeño escándalo familiar. Sin embargo, el compositor se las arregló para tocar el órgano en la boda, pero no ejecutó la música de rigor, sino una de las más dulces y sentidas composiciones de su vida entera de músico: ?Para una novia?. Finalmente, Smétana enloqueció; perdió prestigio y fortuna y andaba por los cafés de Praga limosneando un pan. Una noche decidió en su delirio tirarse a la corriente del Moldav, pero, acaso el recuerdo de su propia música se lo impidió. Sus últimos años, el gran compositor los pasó en diferentes manicomios hasta que la muerte lo vino a liberar de su dolor. Dicen los checos, siempre amantes de la música y de su patria, que a Smétana lo sacaban a pasear los domingos, junto con otros locos; que iba con camisa de fuerza, andrajoso y con las barbas sucias de restos de comida, pero que todo el camino iba tarareando la partitura imaginaria de su composición sinfónica El Moldavia.



Resumos Relacionados


- ¡no Te Cases, Papá!

- El Pianista

- 502 Ilustraciones Selectas

- La Experiencia De Música Clásica

- Nuestro Canto



Passei.com.br | Biografias

FACEBOOK


PUBLICIDADE




encyclopedia