Resumo de Pequeñas Infamias

Las pequeñas infamias se esconden en el recetario del cocinero Néstor Chaffino, quien en la primera página de la novela aparece congelado como un sorbete de limón, dentro de la cámara de frío de la residencia de los Teldi. En esta novela que comienza con lo que parece ser un accidente fatal, se entremezclan la vida de varios personajes cuyo punto en común es este cocinero y dueño de la empresa gastronómica La Morera y el Muérdago.. Néstor ha escuchado demasiado a lo largo de su carrera y conoce demasiados secretos, no grandes intimidades sino pequeñas infamias, que sin embargo dejarían en evidencia las miserias y los pliegues oscuros de la vida de sus opulentos clientes. Las pequeñas infamias pertenecen a los co-protagonista de la novela, como por ejemplo el matrimonio Teldi, ricos, infieles y fríos (tan frío como Néstor al morir). Adela Teldi es una mujer cuya belleza comienza a marchitarse y que esconde un doloroso e imperdonable secreto: su hermana Soledad, se suicidó cuando la descubrió en pleno acto sexual con su cuñado. Otro ingredientes en el libro de recetas de esta novela es Serafín Tous, un ángel veterano que intenta por todos los medios olvidar su pasado adolescente ( en los que unos jóvenes rulos viriles recorrieron su pelvis) y cuyos gemidos quedaron apagados cuando contrajo matrimonio.La esposa de Serafín murió dejando que los instintos homosexuales de Serafín surgieran nuevamente y de este desliz también fue testigo el cocinero. Los asistentes del chef son Karel, un ex culturista checo y Clohe, una chica rica y excéntrica, con un hermano muerto en un accidente y unos padres que parecen salidos del catálogo de muñecas Barbie. Completa el cuadro Carlos García, un hombre enamorado de una mujer de un cuadro de su niñez que lo llevara a tener un romance con Adela Teldi, y una adivina llamada Madame Longstaffe cuyas profecías ayudarán al lector a develar el misterio de la muerte del cocinero. La clave está en saber si fue asesinado, por quién y por qué motivos. Cada capítulo se presenta como una pieza de un rompecabezas cuya solución nos mantiene expectantes hasta el final. Los personajes son liberados de sus pequeñas infamias a través de la expiación del cocinero, quien a modo de carnero bíblico es sacrificado para liberar culpas. Esta novela obtuvo el Premio Planeta en 1998 y su autora, una uruguaya radicada en España, sorprende en cada página con su estilo literario y su irónica visión de la burguesía. Aparecen elementos históricos, como la dictadura de Argentina y Uruguay de los años 70 en el pasado de Ernesto Teldi cuya pequeña infamia fue colaborar de una manera tangencial con el gobierno dictatorial. Intrigas, humor y recetas son los componentes esenciales de una novela cuyo premio está más que merecido.

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