Los Sea Harrier
(DIEGO MAQUIEIRA)
Write your abstract here. LOS SEA HARRIERLa poesía de Maquieira es una poesía fantástica, ensoñada cruda y critica. L a verdad es que Diego, se caga de la risa de los ?convenires? asfixiantes de la burguesía ilustrada e hipócrita. Hay secuencias en sus fantásticos versos que muestran una bipolaridad y hasta una tripolaridad ensoñada.Como muchos han de saber, es difícil clasificarle; ?QUE MÁS DA?.Como James Bond tiene licencia para matar, es un tocado por la locura que la ha tomado desde este mismo mundo distorsionado, que a bailado frente a sus ojos aricándole los sentidos en la dirección que señalan sus versos.No se puede dejar pasar ?LOS SEA HARRIER?, es una obra sólida, y salida de sus entrañas airadas.Este constructor maneja como un malabarista los tiempos que su alma le dicta en base a la historia dispersa, salida desde el mismo vientre de su mente. La clasificación la tiene, el que le leerá, para bien o para mal.Un día me contó que había soñado con el pintor Roberto Matta que le pedía que lo inflara con un ?Bombin?, (una bomba para inflar ruedas de bicicleta). No me causo extrañeza, pero si me abrió la imaginación y le cree un relato en prosa salido con compulsión feroz desde mis entrañas, extrañas. OníricoMatta parecía como si reposara camuflado de hoja seca en un piso gélido de París.Sus ocelos quietos en las estrellas de un cielo falso con revoques altruistas, denotaban ensoñación venida de un lejano pasado, salido de sus lienzos en un fénix de techo amarillo y números magnos.La sorpresa venía con ojeras y peinándose para atrás, con la mera intención de correr una cortina venida a telón, y dar paso al segundo acto y, luego seguir soñando.De súbito aparece otro Matta, perfecto holograma espacial, muy decoradito como preparado para una cita; se mira con pena caída desde un mundo extraviado en la centuria de Pársec, donde los falos acosaban a las hembras, igual que aquí.Unas lagrimas holográficas cayeron en lento, muy lento, como no queriendo tocar aquel piso parisino.Minutos largos y partidos se congelaron ahí mismos.Maquieira veía todo con cierta distancia, todo le caía graciosísimo como acto.El holograma montó en el aire una nueva disposición al ver a Maquieira como al amigo que no se ve desde pendejo. Festejado y dispuesto le esbozó una sonrisa de bolsillo y le invitó a inflar con un Bombín al otro que yacía fijo y frío, en aquel piso de París.Así fue, y así se hizo. Recuperado ya del espasmo por ajenjo, lograron levantar del piso de París al Matta resucitado y rescatado desde las mismísimas puertas del Hades.No se como, pero los tres juntos llegaron a parrandear al Diego Portales, con sombreros de copa y alegría entre manos, cargaban nuevos bríos y nuevas conquistas que lograr.Mientras, desde plaza Italia en el punto cero, el abuelo de MaquieiraMuerto, le reprochaba a viva voz que se alejara de aquellas, ?malas influencias?.Oídos sordos arrastraron la Alameda, hasta el Normandie.Brando, en la boletería los recibió con ?horror?, por no haberlos encontrado un poco antes.
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