Canciones De Amor Y Dudas
(Selección de José María Plaza)
El cancionero más antiguo registrado, en español, es el Cancionero de Baena (1445) que recopila 600 poemas líricos de 54 autores. Este que nos ocupa, un cancionero sin dudas, recoge letras de 73 autores solos o acompañados, preferiblemente españoles ?sesgo de antología española? y preferiblemente Aute (el que más, con 11 letras), Guerra, Perales, Sabina, Serrat, Víctor Manuel; uno que otro americano de relevancia insoslayable pero escasamente representados a pesar de su genio: Rubén Darío (1), Silvio Rodríguez (el que más con 4) , Pablo Milanés, Agustín Lara, Armando Manzanero, José Alfredo Jiménez, Roberto Cantoral, Leonardo Favio; bastante bulto con muchos desconocidos y Los Beatles en el epígrafe. Pocas mujeres (sospecho que marimachas como Mari Trini), porque las mujeres no saben de ese amor rabioso que se incuba en un golpeteo inferior, hiende los intestinos, trepa a empellones por el tracto digestivo, se enreda en la lengua y los dientes en busca del vocablo preciso que exprese la emoción y aflora en los labios con la poquedad y el temblor desasosegado de la culpa. Sea si es si sea si es no ?doctores tiene la santa sexología que afirman que para el caso da igual?, hay humildad, inseguridad de pedigüeño que paradójicamente se traduce en los alaridos y los golpes de pecho de Tarzán. Como lo expresó el juglar anónimo de la corte de los Reyes Católicos,Si osase decir mi bocalo que siente el alma mía,señora, tocar querríadonde la camisa os toca.O como dice Leonardo Favio,...Y mi boca en silencio murmuró una canción:¡Esto es el amor! ¡Esto es el amor!Estas aprox. 150 letras de canciones están encasilladas, en el libro, en cuatro partes:Poemas con música, para cubrir aquellos préstamos que sacan los cantores de la poesía. Ahí están Serrat, por supuesto (Machado, Hernández y Benedetti), y Silvio Rodríguez y Pablo Milanés (Martí y Guillén). Hay ausencias, como Paco Ibáñez quien musicalizó la poesía de la generación del 27 (Casida de las palomas oscuras, le escuché arrobado en el auditorio de artes de La Nacional) y quien constituye una referencia histórica en la canción hispanoamericana; también ausentes de Latinoamérica: Mercedes Aburridora que hace música de Gabriela Mistral y Violeta Parra quien musicalizaba los poemas de su hermano Nicanor.Canciones de hoy, que engloba algo del 70 al 90, otra vez con Milanés, Rodríguez, Aute, Víctor Manuel y Serrat. Aunque por su última presentación en Bogotá, según mi amiga peliteñida, Serrat debería dedicarse mejor a lavar ropita en su casita. Los grandes ausentes, si se trata de la producción española preferentemente como reitera el antologista, son Mocedades ?de letras memorables? y su apéndice Sergio y Estíbaliz. Si se trata de los latinoamericanos no están los argentinos como Charli García, Piero, Sandro y Palito Ortega ni, hilando un poco más fino, los italianos que cantaban los premios San Remo en español; en cambio si se incluye a los españoles Los Brincos, que cantaban exclusivamente en inglés.Canciones de ayer. Una parcelación que no entiendo porque cubre setentas y ochentas aunque aluda a las producciones grupales españolas que se guarecen bajo la sombrilla de Los Beatles: Los Brincos, Los Bravos, Los Pasos, Los Diablos, Los Ángeles, Los Mitos, Los Gritos, Los Sírex, Fórmula V y Los Canarios, con la ausencia de los chilenos Hermanos Arriagada y Ángeles Negros y uno que otro grupillo argentino que escapa a mi alzheimeriana memoria.Canciones de siempre, para mí ?en mi senil babeo? la parte más rica y nostálgica porque incluye los boleros; comprende los temas que nunca se hacen viejos y que remozan ?como si estuvieran inventando el mundo? los Luis Migueles y los Luis Gabrieles y los Luis... También se incluye la canción española ?copla?, el tango y la canción mexicana. Se recogen más de 30 boleros, todos conocidos, que por sí solos podrían dar para un tratado abultado como éste. Porque el bolero es el ritmo donde mejor se ha logrado la unión música y poesía. Sus letras son rotundas, directas y expresivas. Y su música es intimista, menos erotómano y gesticulante que el tango, la bachata, la lambada o la champeta, permite un deslizarse de los miembros lento, de acomodo y acople, y por tanto mayor fruición en el roce.El señor Plaza justifica el cancionero como un estímulo para acercar las juventudes del s. 21 a la poesía, para hacer reverdecer el amor por un género literario que concita al amor... Según me dicen los adolescentes prolijamente encuestados, canción sin música no es canción y la letra sola es igual de mamona que cualquier otro texto poético. Afirman estar esperando el CD acompañante.
Resumos Relacionados
- Estudio Sobre Las Frecuencias De Las Palabras
- Estudio Sobre Las Frecuencias De Las Palabras
- Ana Belen
- Ana Belen
- Biogrfia De Avril Lavigne
|
|