Resumo de El Mendigo Y Yo

Señores esto es solo una historia a compartir. En el nombre de Dios

En una oportunidad camino hacia la iglesia a donde asisto siempre para estar en comunión con Jesús, y en donde me siento extremadamente bien. Me encontré a un hombre en el camino, un ser de esos que los seres humanos despectivamente llaman mendigos. Pude notar que antes de el estar cerca de mi muchos lo rechazaban, se acercaba a alguien en busca de una ayuda para comer y todo aquel al mirar su aspecto lo sacudía en forma despreciativa, incluso muchos comentaban !! que asco huele a diablo !!, y al final se molestaban y nunca ponían en su mano la limosna que solicitaba, ! que maldad, que humanidad !, fue mi pensar.

Al llegar yo tan cerca de ese ser, y mirarlo mis ojos no pudieron evitar nublarse, y mis lagrimas rodaron por mis mejillas, sentí una inmensa compasión por aquel ser, que aun esta en mi mente su rostro, atine a entregarle una miguita de dinero que mas podía alcanzarle para comprar un pan y saciar su hambre, en realidad se que no hice mucho por el, quería hacer mas, el me miro fijamente y algo me hizo sentir darle un abrazo sin importarme que tan mal oliera, que tan sucio estuviera, solo en mi cabía pensar que es un ser humano igual a mi y a los demás, y que sufre de una u otra manera esa situación en la cual por motivos que yo desconocía el se encuentra, mucha gente a nuestro alrededor pensaría quien sabe que, pero amigos queridos, en verdad a mi no me importo que podía pensar esa gente que nos estaba viendo, a mi solo me importaba lo que yo sentía, lo que sentía ese ser que abrace y lo que DIOS sentía en ese instante. Al final nos despedimos y de sus labios salieron estas palabras "QUE DIOS TE BENDIGA", me sentí aun mas pero mas conmovida y logre también responderle "AMEN IGUAL A TI".

Reflexión:
Señores muchas veces nos dejamos llevar por el egoísmo, por el materialismo, por nuestras propias acciones que a la final son dañinas no solo para con nuestros semejantes, sino para con nosotros mismos. Debemos recordar que al actuar con estamos dándole cabida al demonio en nosotros, y le servimos a Satanas. En lo mas harapiento, sucio, humilde y demás se manifiesta el poder del Señor, seamos humildes de corazón, humillémonos por el y dejemos a un lado tanta avaricia que de nada nos sirve ni en esta vida, mucho menos en la vida hermosa que nos promete nuestro Señor. Pongamos nuestro corazón humillado a Dios, pongamos nuestra vida en manos de Dios pero de alma y corazón, dejemos a un lado las cosas de este mundo, porque nada nos pertenece, todo nos es prestado por Dios, y el día que el nos llame a su Divina presencia nos juzgara por las acciones ya sean malas o buenas, a veces un ser en calidad de mendigo que se nos presente por delante puede ser la presencia del mismo Jesús para saber que tan "asquerosos" podemos ser, incluso menos que este mendigo, nuestras malas acciones, pueden ser incluso mas sucias y mas mal olientes que el mismo mendigo que tenemos en frente. Piensa hermano, hermana, amigo, amiga que es un ser igual que tu, un hijo de Dios igual que tu, aunque a veces somos hijos de DIOS, pero nos convertimos en discípulos de Satanás, haciendo lo que Satanás quiere, y no lo que Dios nos manda. Actuemos con amor verdadero, sintamos el amor de verdad. Y nunca olvidemos que DIOS ES AMOR, la Biblia lo dice en (1 Juan 4, 8). Seamos misericordiosos, sintamos el dolor ajeno, y apartemos de nosotros el mal. Que Dios los bendiga.

Con mucho Amor
Ana Cristina Tovar
Caracas - Venezuela

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