El Séptimo Papiro
(Wilbur Smith)
Tal como su nombre lo indica, El Séptimo Papiro, es un relato que intriga desde el principio al final. Es indispensable leerla después de haber disfrutado en su totalidad el libro Río Sagrado del mismo autor, ya que solo así podremos llegar a percibir la riqueza inmensa de esta obra. Es el relato, ubicado en la actualidad, de la búsqueda de la tumba del faraón Mamose, que fue construida en un lugar inverosímil: en plena selva etíope. Enfoca el relato en la persona de Royan Al Simma, célebre arqueóloga inglesa y egipcia a la vez; cuyo esposo, arqueólogo como ella, es asesinado cruelmente cuando le roban el séptimo y último papiro del relato de Taita, desarrollado generosamente por Wilbur Smith en Río Sagrado. En dicho papiro se encuentran, en lenguaje críptico y misterioso, las referencias necesarias para localizar la tumba de Mamose, quien murió luego de ser herido en combate hace casi 4 mil años. Se asocia con Royan en esta búsqueda Nicolas Quenton-Harper, un inglés aristócrata y aventurero, experto y coleccionista ávido de reliquias antiguas de Egipto. Compite con ellos en esta búsqueda Gotthold Ernest Von Schilley, hombre perverso y cruel, de ambiciones desmedidas y recursos ilimitados, que carece absolutamente de escrúpulos y moral. Fue el quien ordenó el robo del séptimo papiro y el homicidio de Duraid Al Simma; y fueron sus esbirros quienes intentaron insistente e infructuosamente de acabar con la vida de Royan. En un vívido relato se describe el recorrido a través del terreno agreste y escarpado, con la guía de Boris, un ruso cruel y despiadado, ex KGB, con cuya esposa Tessay, Nicolas acordó el safari. Royan y Tessay hicieron amistad rápidamente. Tessay es una princesa etíope que es casi prisionera de Boris, de quien recibe un particular maltrato, especialmente cuando se excede en el vodka, lo cual ocurre casi cada día. Es sorprendente encontrar en sitios recónditos de esa selva montañosa, la intensa vida religiosa de una comunidad de monjes coptos, que veneran reliquias del Egipto antiguo como si fueran las de sus santos patronos cristianos: San Frumencio y San Antonio. Es una comunidad que permanece en la oscuridad de la profunda edad media y que conserva hábitos, costumbres, ritos, procedimientos y artesanías que cualquiera podría pensar que han ido quedando olvidadas en la oscuridad del tiempo remoto. En medio de eventos inverosímiles, corriendo riesgos extraordinarios, mechando todo con un romance casi inocente, Nicolas y Royan van desentrañando los arcanos y acertijos de Taita y consiguen localizar la tumba de Mamose, cuyo acceso descubren que está bloqueado por un torrente inaccesible del mismo río Abbay que desemboca en el origen del Nilo mismo. En medio de toda esta historia, Nicolas se encuentra con un viejo amigo y camarada de armas, Neck Nippur, ahora devenido en jefe guerrillero de nobles ideales y que se presta a colaborar con la empresa. Además se enamora de Tessay, con quien comparte una romántica partida que es interrumpida por los celos furiosos de Boris, que solo pueden ser aplacados cuando Neck termina con su vida, luego de una lucha feroz y encarnizada. Regresan a Londres para los preparativos. Para acceder a la tumba que han descubierto necesitan equipo pesado y la colaboración de un ingeniero capacitado para este propósito. Saben que van a necesitar una gran cantidad de operarios y que todo lo tienen que hacer a escondidas de las autoridades de Etiopía que los han declarado personas no gratas y además deben evitan de que von Schiller y sus secuaces se percaten de lo que vayan haciendo. Sabiendo que esto último es imposible. Se incorpora al equipo Daniel Web, un ingeniero militar que tiene la osadía, la capacidad y la experiencia necesarias para la empresa. El viaje desde Malta a Etiopía en un gigantesco Hércules C-M K 1 con aspecto de carcacha pero con el mejor equipo y mantenimiento de primera, me hizo contener la respiración. Tuve la sensación de casi rozar la copa de cada árbol que fue apareciendo durante el trayecto y no pude evitar de sonreír cuando Jannie Badehorst, el piloto, lograba engañar a los controles aeronáuticos con mensajes en los idiomas y entonaciones mas variados e ingeniosos. Una vez instalados en el área de búsqueda cada paso del proceso fue una hazaña en si mismo. Conseguir la colaboración de los monjes convencidos de que lo que se estaba rescatando era la Tumba de San Antonio. La participación de los temerosos lugareños a quienes se les pagaba con dólares de plata de Santa Teresa. Construir la presa para desviar el curso del torrentoso rió y permitir el acceso a la tumba. Lograr superar las trampas, los acertijos, los laberintos, las toxinas dejadas por Taita para impedir el saqueo de la tumba. Cargar con esos tesoros increíbles. Hacerlo todo a escondidas de von Schiller y además lograrlo antes de que la crecida anual del río, que ya se empezaba a sentir, ahogaran todos sus intentos. Cada una de ellas era una hazaña como paro poner al lector con los pelos de punta, en un relato que las presenta brillantemente imbricadas. El desenlace es extraordinario y lo dejo para que lo disfruten con la lectura completa de la novela.
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