Resumo de Brideshead Revisted

Título de la sinópsis: La lucha del ángel

Por: Pablo García Mejía
Sucedió así: un día llegó a estudiar a la universidad de Oxford un joven hermoso y casi andrógino como un ángel. Siempre llevaba bajo el brazo un enorme oso de peluche. Su nombre: Lord Sebastian Flayt , segundo hijo del Marqués de Marchmain. De esta manera, Evelyn Waugh pudo haber empezado su narración. Sin embargo, el comienzo es otro, totalmente distinto, aunque el resultado es el mismo: una sensación del pasado, como el viento moviendo los abetos de un cielo color púrpura.

El pasado es la memoria perfectamente transfigurada en fragmentos del corazón, que hacen movilizar la sangre y las lágrimas de acuerdo a un código comprendido solamente por las almas que vivieron varias resurrecciones o reencarnaciones. En esta historia la epifanía se hace presente como una provocación de los sentimientos vertidos a través de la oposición para aceptar la religión católica como un destino ineluctable.
Brideshead, es el lugar en donde se dan cita los recuerdos, en donde la memoria es la dama del juego. Allí, Lady Marchmain, Julia, Cordelia, y Bradey, buscan afanosamente su redención a través de su constante lucha contra el ángel del nihilismo representado por Sebastian, quien se opone a seguir los procedimientos de la aristocracia llena de afectaciones, tics e hipocresía. En estas condiciones, el catolicismo se desarrolla como una enredadera dispuesta a asfixiar al más escéptico con su mejor carta: la culpa.
La novela y sus entrecruzamientos: Sebastian está lleno de apetito espiritual pero su cuerpo es concupiscente y hedonista; Julia pretende ser moderna y superficial, no obstante, sin proponérselo, es profunda, sentimental e histérica; en cambio Cordelia, siempre busca agradar sin perder nunca su niñez, que a fin de cuentas es sacudida hasta la médula por la guerra civil española y posteriormente por la Segunda Guerra Mundial, sin embargo es misericordiosa y comprensiva. Por otra parte, Bridey actúa como un santurrón flemático y aristócrata que mueve la indiferencia y el desprecio de sus allegados. Todos y cada uno son inoculados por la culpa católica que Lady Marchmain se encarga de inocular en sus hijos y por extensión en Charles Rayder, el sobreviviente pintor que se encuentra fascinado en el mundo de la nobleza y con la familia que siempre quiso tener como el cuento de hadas que todo inglés ha llegado acariciar.
Se ha comprobado una vez más que la magnificencia de la literatura ocurre cuando se busca denodadamente realizar el conjuro mágico y se hacen los preparativos para llevar a cabo el banquete, no importa que en la mesa únicamente se tengan el mantel y los cubiertos: Es entonces, cuando acuden ellas, las hadas de la literatura, trayendo sus manjares de ambrosía. Evelyn supo como atraer a las ninfas y las sedujo cabalmente: Brideshead, no sólo es una mansión inglesa, es el lugar en donde habita la Literatura y el corazón de Evelyn Waugh único e irrepetible.

Evelyn Waugh nació en Hampstead, Inglaterra en 1903 y murió en 1966, llevó a cabo sus estudios en Oxford, Lancing y en el Herford College, se licenció en Historia Moderna. Después de publicar su primer novela Decadencia y caída viajó por todo el mundo. Participó en la Segunda Guerra Mundial y en 1945 se convirtió al catolicismo. Lo hizo ¿por cargar una culpa o por adquirirla?

Evelyn Waugh, Retorno a Brideshead. Tusquets Editores, RBA Editores, España, 1992. 329 pp.

Pablo García Mejía
Ciudad de México

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