Resumo de Relato Soñado - Arthur Schnitzler

La historia ocurre en la Viena de principios de siglo XX. Fridolin, médico casado felizmente y padre de una hija de 6 años, parece vivir sin mayores problemas. Sin embargo una noche su mujer, Albertine, le hace una confesión que derrumba su supuesta estabilidad: ella deseó haberle sido infiel con otro hombre, Fridolin se siente engañado y no puede superar su molestia. Esa noche le llaman para que vaya a ver a uno de sus pacientes que acaba de morir, un pretexto para escapar de una casa que hasta hacia una horas era su hogar.
Al salir Fridolin entrar en un periplo alucinado por las calles vienesas: en la casa del paciente, Marianne, hija del difunta y pronta a casarse, le confiesa su amor; una joven prostituta lo lleva a su apartamento pero Fridolin se arrepiente en el último momento. En un bar se encuentra con Nachtigall, antiguo compañero de estudios que toca en unas fiestas secretas con los ojos vendados, a pesar de esto ha alcanzado a ver que las mujeres que asisten son muy bellas. Fridolin insiste en que le lleve aunque Nachtigall se niegue, pero finalmente acepta y le indica la contraseña y que debe llevar una especie de hábito de monje y una máscara. Fridolin se acerca a una tienda de disfraces en la que además del atuendo encuentra a dos hombres que en apariencia engañan y abusan de la hija del dueño, el dueño manda furioso a su hija a la cama y dice esperar a la policía para que se lleven a los hombres. Fridolin por fin llega a una pequeña casa fuera de la ciudad, se coloca la máscara y el atuendo; primero es espectador de una serie de ritos incomprensibles que semejan un preludio para una especie de orgía; durante este tiempo una mujer le advierte sobre el peligro que corre y le aconseja que se marche, pero Fridolin hace caso omiso hasta que le descubren, se disponen a mostrar su identidad pero en ese momento la mujer declara que se sacrificará por Fridolin, lo dejan salir y vuelve a casa.
Al regresar Albertine se ríe en sueños, Fridolin la despierta; Albertine al estar consciente se asusta: le cuenta que en su sueño ella le era infiel mientras él rechazaba una oportunidad por hacerla feliz, eso le causaba risa. Humillado, Fridolin decide capitalizar sus fallidas aventuras: al estar con Marianne desiste de seducirla; la joven prostituta ha sido internada en el hospital; al devolver el disfraz el dueño le ofrece a su hija, Fridolin se indigna confudido. Al tratar de averiguar sobre la fiesta no halla nada: al volver a la casa le amenazan con nombre propio, Nachtigall ha dejado la ciudad bajo la custodia de dos hombres, por último descubre el posible cadáver de una mujer que él imagina es quién le salvó la noche anterior.
Fridolin, derrotado de alguna manera, regresa a casa y ve en su cama la máscara que había olvidado. Le cuenta a Albertine lo que pasó. Ambos parecen dispuesto a proseguir con sus vidas, dejando aquellos secretos deseos en la oscuridad en que antes estuvieron. Esta novela inspiró la última película de Stanley Kubrick, Ojos bien cerrados.

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