Resumo de Cronica De Una Muerte Anunciada

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CRONICA DE UNA MUERTE ANUNCIADA

En la obra se relata la muerte de
Santiago Nasar a quien asesinan de
varias cuchilladas los hermanos gemelos Pedro y Pablo Vicario, buscando resarcir el honor mancillado de su
hermana Angela Vicario.

Los hechos ocurren en un pueblo
del litoral Caribe Colombiano, a las 6 y 30 de una mañana en la que todos los
habitantes están en la plaza y en las calles ya que esperaban la llegada del
Obispo y éste que ha pasado en un barco que remontó el río, sólo los ha
saludado desde la cubierta.

Angela Vicario se ha casado la
víspera del asesinato, con Bayardo San
Román, un forastero que ha llegado al pueblo seis meses atrás, lleno de dinero
y dispuesto a casarse con quien escoja.
La seleccionada fue Angela
Vicario, quien, a pesar de estar
instruida por sus amigas de la forma cómo podía y debía ocultarle al novio que
no era virgen, es devuelta a su casa la misma noche de la
boda por el novio que se ha sentido engañado.
Pura Vicario, la madre, con golpes e insultos la obliga a confesar quien
es el causante de su deshonra y ella señala a Santiago Nasar.

Los gemelos son carniceros de
cerdos y al conocer el hecho toman sus cuchillos de descuartizar, van al
mercado público, los afilan y se sientan en la tienda de Clotilde Armenta a esperar
que Santiago Nasar salga de su casa para asesinarlo.

Santiago se ha ido después de la
fiesta con sus amigos - Cristo Bedoya y
el personaje narrador de quien se dice es el mismo autor del libro ? a la casa
de María Alejandrina Cervantes, una casa
de placer; de allí salió a las 4 y 30 y se fue a dormir a su casa, pues tenía
que madrugar, primero a recibir al Señor Obispo y luego a su hacienda ?El
Divino Rostro?.

Vivía en una casa del marco de la
plaza, con su madre Plácida Linero ? viuda del árabe Ibraim Nasar ? y con
Victoria Guzmán una sirvienta que tenía una hija adolescente llamada Divina
Flor. Su novia se llamaba Flora San
Miguel, hija también de un árabe.

Victoria Guzmán lo despierta a
las 5 y treinta, se arregla, pasa por el
cuarto de su madre, le relata su sueño de esa noche, en un bosque de higuerones con una multitud
de pájaros , toma una aspirina para el dolor de cabeza y baja a desayunar.

Divina Flor le abre la puerta de
la calle y al salir a la plaza, los hermanos Vicario se levantan del lugar en
donde están, pero Clotilde Armenta los disuade y vuelven a sentarse.

Como el Obispo no se baja del
barco, todos vuelven a sus casas; ya se
ha difundido la noticia de la vuelta de Angela a su casa y del asesinato
que cometerán sus hermanos. El alcalde
los desarma, pero ellos consiguen de nuevo mas cuchillos.

Entra a la casa de su novia,
quien ya está enterada de lo sucedido y le tira las cartas que él le ha
escrito; el suegro finalmente le cree y le dice que se quede allí, pero
Santiago se va a su casa. Su madre al
ver a los hermanos Vicario correr hacia su casa cierra la puerta, creyendo que
su hijo está en el segundo piso y por esta razón éste no puede entrar y allí
contra la puerta es herido de muerte.

Con las vísceras en las manos, da
la vuelta y entra por la puerta que da al río y muere dentro de su casa; ha
pasado por la casa de su vecino Poncho Lanao y le ha contestado a Wenefrida
Márquez, tía del narrador que desde el otro lado del río le ha preguntado que
le pasa: me han matado Wene.

La autopsia de Santiago Nasar
dura varios días y queda mucho mas destrozado; a los hermanos Vicario los
detienen , pero alegan en su defensa que
lo han hecho por el honor . Flora san Miguel se va del pueblo con un militar,
quien la prostituye y la familia Vicario se va a otro pueblo.

Por Bayardo San Román vuelve su
familia, pues no ha dejado de beber desde la noche de bodas.

27 años después el narrador
vuelve al pueblo a rehacer ?la memoria perdida?; todos los que entrevista le cuentan que
sabían del asesinato, pero nadie lo creyó; el alcalde, el párroco, los
carniceros, Clotilde y su marido, Victoria Guzmán, la sirvienta a quien le
llegó el recado que le envió Clotilde; la madre del narrador, los amigos, nadie
creyó y la víctima no lo supo, hasta el momento antes, en casa de su novia.

Lo que si comprobaron los
investigadores era que Santiago no había tenido nunca nada que ver nunca
con Angela Vicario y que ella lo señaló,
tal vez encubriendo a alguien.

Años después Angela Vicario
todavía amaba a Bayardo San Román, el había escrito cerca de 2000 cartas de
amor y tenía la certeza de que él las había recibido, pero nunca las había
contestado. En el pueblo donde estaba, cosía todas las tardes como lo había
hecho de soltera y allí, un día cualquiera, llegó Bayardo San Román.

Ni siquiera ella, 27 años después
había respondido a la pregunta de quien era el responsable de su deshonor;
guardaba silencio.

Plácida Linero, ya vieja, lloraba todavía dolorida, a su hijo muerto.

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