Resumo de Me Enseñaste A Amar Ii

SEGUNDO

No había terminado de hablar cuando estaba nuevamente consumido en sus escritos... miles de ideas estaban en sus pensamientos... era como un collage con miles de imágenes describiendo una secuencia lógica de eventos que sin duda alguna daban forma a su historia.

De otro lado sentía que su cerebro iba a estallar... el gran conglomerado de ideas crecía mas y mas... sabia que debía seguir escribiendo o de lo contrario no podría estar en paz consigo mismo.

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Por el aumento constante del ruido del motor... ambos adivinaron la proximidad de un vehiculo... se abrazaron fuertemente en la complicidad de los matorrales... el canto de las ranas se fue ahogando para dar paso a ruido del motor... la fluorescencia de la luciérnaga se vio disipada... el vehiculo con su paso lento lleno todo aquel lugar... dejo en todo el redondo un profundo sabor a ciudad... aun así la luna continuaba ofreciéndose coqueta... las estrellas continuaban abrigando los cuerpos ardientes... aun así los labios no habían perdido su sabor a canela... ni los cuerpos el aroma de la sal... era un encuentro nocturno... un encuentro prohibido... ambos reconocían el grave error que cometían... ambos sabían que no podrían repetirlo... pero igualmente ambos estaban presos... el uno por el otro... estaban luchando contra las leyes de la razón... el corazón estaba ganando la batalla... fue imposible negarse a la fuerza de la pasión...ambos sabían que todo aquello que sucedía tendría precio... un precio que tal vez ninguno de los dos estaba dispuesto a pagar.

Sin embargo... recibía su medicina, no tenia realmente otra opción, sus fuerzas eran escasas para negarse... no podría negarse a la oportunidad de estar con quien amaba... nada tendría sentido...

De que le servia vivir... si estaba vació... de que serviría el éxito si no había con quien compartirlo... de que serviría tanto esfuerzo si al final del camino no pudo hacer su propia elección... quería jugarse el todo por el todo... ese era su derecho? Su derecho a vivir su vida como le placía. Su deseo a continuar viviendo intensamente como lo había hecho siempre.

Nuevamente eran presa de las ranas y las luciérnagas, nuevamente la luna era testigo del amor que se consumaba... nuevamente el vaivén? la fuerza de la creación en un momento mágico... ahora el vaivén? era el tormento de saberse en territorios prohibidos por la ley divina...

La noche misma se había convertido en un festival de colores marrones pálidos... grises? colores inciertos para la razón humana? era su noche... ambos reconocían el gran peso del dolor que llevaban sobre sus hombros... sin embargo... estaban viviendo el gozo del amor consumado... eran uno y otro... una comunión... aun estaba en su piel el momento en que le hacia el amor... aun era presa del aroma del amor... nuevamente el sabor a canela era quien tomaba las decisiones... nuevamente el deseo de venganza retornaba en su mente...

Este lugar fue el testigo de todo lo ocurrido... y aunque en su parte mas alta podía divisarse una avenida... la ciudad estaba distante... igualmente en el horizonte... se apreciaba el lugar donde nacían las estrellas... donde habían trascurridos cientos de momentos tan inverosímiles como reales...

continua... me enseñaste a amar III

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