El Siglo De Las Luces
(Alejo Carpentier)
La novela de Carpentier está asentada en una sólida concepción materialista de la historia. Además de exhibir una magnífica prosa, de gran riqueza verbal y de tremenda sensualidad y poder de evocación de lo caribeño, la novela es toda una enciclopedia sobre las repercusiones de la revolución francesa en el Caribe, y sobre todo, un canto a la revolución como fuerza desatada de la naturaleza que supera incluso las voluntades de los que en un momento dado están de su lado y que pueden más tarde enfrentársele. Es una recreación sin idealismos ni ingenuidades del proceso revolucionario en un momento histórico de especial y significación y un canto al avance, pendular y a menudo contradictorio pero inevitable, de la humanidad. La acción comienza en La Habana, en la casa de un acomodado comerciante que acaba de morir dejando a sus hijos adolescentes Carlos y Sofia y a su sobrino Esteban en una confortable soledad. A la vida de los tres entra en un "trueno de aldabas" un comerciante francés que tiene un almacen en Haití, Victor Hugues (personaje histórico) que en un principio venía a comerciar con su padre y enseguida se hace amigo de los muchachos, les alerta contra las sisas de su tutor y les trae las ideas revolucionarias burguesas, que en ese siglo de las luces desatan tanto entusiasmo en unos como encono represivo en otros. Para los tres jóvenes, Hugues con su vitalidad y desenvoltura tiene "el poder de transfigurar la realidad". Después de seducir a Sofía o, como remarca el sensual barroquismo de Carpentier, después de que "había conocido las resistencias de su carne intacta", Victor ve como su negocio es asaltado por una revuelta de negros y tiene que marchar a Francia, acompa ado por Esteban. Allí, ambos se inmiscuyen en la revolución por la que atraviesa el país. Victor sustituye su credo masónico por la moral jacobina y se convierte en hombre de confianza de Robespierre. Esteban es trasladado al país vasco francés, donde se dedica a traducir al castellano propaganda revolucionaria con el objetivo de extender por España las ideas revolucionarias, aunque no puede evitar ser presa de un cierto desencanto por el turbio rumbo que va tomando la revolución. Cuando Victor es nombrado gobernador de la posesión caribe a de la Guadalupe, Esteban marcha con él convertido en su escribiente y va comprobando cómo su amigo se va endureciendo en la "trágica servidumbre" hacia la política revolucionaria. Junto al decreto de abolición de la esclavitud Victor lleva al Caribe la guillotina, que usa con generosidad. Victor obtiene grandes éxitos políticos. Pero lo que era un ideal revolucionario se ha convertido en una lucha ciega por el mantenimiento en el poder a toda costa y el enriquecimiento de las arcas públicas, objetivo para el que se recurre a los ataques en corso a las naves de otros países, de las que se extraen y se vende también a los negros, libres sólo en teoría. Con la caída de Robespierre, Victor llega también a un estado de desengaño sobre la revolución, pero no está dispuesto a entregar el poder. Esteban se marcha de su lado y vuelve a Cuba con Carlos y Sofía, ahora casada, y les cuenta su desengaño del proceso revolucionario. Sorprendentemente, ellos le responden que no están nada de acuerdo con lo que manifiesta, y no tarda en comprobar que sus primos y el marido de Sofía constituyen una logia masónica y se dedican a hacer propaganda de las ideas revolucionarias en la Cuba española. Muerto su marido por una epidemia y descubiertas sus actividades, Sofía decide huir a Cayena, la capital de la Guayana francesa, donde sabe que Víctor Hugues tiene un nuevo cargo político, mientras su primo Esteban es encarcelado por proteger su huida. En Cayena Victor y Sofía reincian sus relaciones, pero ésta cada vez se siente más distante de él, pues mantiene su fe revolucionaria mientras que Victor ya ha llegado, como Francia, a posiciones abiertamente reaccionarias, como la reinstauración de la esclavitud, que él se encarga de llevar acabo con vigor y despiadadamente. Sofía se marcha de su lado rumbo a Francia. En el último capítulo asistimos a la llegada a Madrid de Carlos, el hermano de Sofía que reconstruye lo que han sido los últimos días de ella y de Esteban. Ambos habitaban una casa de la capital española después de que ella consiguiera que indultaran a su primo. La gente los considera extravagantes y sospechosos de ideales revolucionarios pero nada se les puede probar. El 2 de mayo de 1808, cuando el descontento popular estalla en la ciudad en forma de rebelión contra las tropas napoleónicas, Sofía convence a Esteban para salir a unirse a los rebeldes. Y nada más se vuelve a saber de ellos.
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