Resumo de Fenómeno Del Cielo

Fenómeno del cielo

Probablemente se formaron al mismo tiempo que el sistema solar, hace unos 4,600 millones de años, como resultado de gigantescas colisiones estelares. Algunos de sus residuos salieron disparados al espacio y se localizaron en una vasta región entre Mercurio y Júpiter conocida como el cinturón de asteroides; otros se convirtieron en bólidos errantes que vagan por la galaxia, siendo atraídos periódicamente por los planetas por donde aciertan a pasar. Son los meteoritos.
Nuestro planeta no se halla exento de estos avatares cósmicos, pues en su periplo interplanetario en ocasiones se encuentra con estos errabundos viajeros en el espacio y en el tiempo. Muchos de ellos entran en nuestra atmósfera atraídos por la fuerza de la gravedad y normalmente se volatilizan por la fricción, pero algunos llegan a chocar con el suelo, liberando más o menos energía, según su tamaño y velocidad.
Desde tiempos inmemoriales, los hombres denominaron fenómenos del cielo a las misteriosas bolas de luz y fuego que veían atravesar el firmamento y atribuyeron a la furia de los dioses el estampido colosal que los aterrorizaba cuando alguno de estos llegaba a colisionar contra la Tierra. Se cree que algunas catástrofes del pasado pueden haber sido causadas por meteoritos, como la extinción de los dinosaurios durante el Cretáceo hace unos 65 millones de años, provocada por la caída de un meteorito de unos 10 kilómetros de diámetro que levantó una gigantesca nube de polvo y oscureció el Sol durante mucho tiempo. Desde entonces, la eventualidad de que uno de estos cuerpos celestes ocasione un desastre de menor o mayor magnitud ha sido tema de profunda preocupación que se ha incrementado con el tiempo.
El pasado viernes 21 de abril, aproximadamente a las 02:30 de la madrugada, cuando la mayoría los habitantes de la ciudad de Chiclayo (departamento de Lambayeque, costa septentrional del Perú) descansaban, se produjo un hecho inesperado. Tras un leve parpadeo, y sin que mediara causa aparente, todas las luces de la ciudad y distritos aledaños se apagaron. En el siguiente instante, los pocos noctámbulos y personas que se encontraban despiertas a esa hora fueron testigos de un espectáculo extraordinario: Desde el oeste apareció de pronto una gran bola de luz y fuego que transformó la noche en día, y desde su cola impresionante se desprendieron miríadas de chispas multicolores que sobresaltaron a quienes observaron el inusual fenómeno. Su flamígero periplo, que duró apenas unos cuantos segundos, terminó al este en la zona de Ferreñafe con un estampido atronador que se escuchó a 20 kilómetros a la redonda, acrecentando la angustia y confusión de la gente. Si bien hasta el momento no se conoce exactamente donde cayó este objeto, nuestro conocimiento acerca de los meteoritos es suficiente para que tengamos una idea de qué fue realmente lo que iluminó los cielos aquella madrugada en el norte de Perú y qué es lo que le espera a la Tierra en el futuro. Hollywood ya ha trabajado esta contingencia y la perspectiva de que un meteorito de dimensiones colosales colisione en algún momento con nuestro planeta puede ser aterradoramente real.

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