Animales Y Más Que Animales
(Saki)
Los cuentos de Saki abundan en fragmentos en los que los un personaje puede sacarse de la manga una excusa cuyos detalles abarcan cuarenta líneas, o repentizar un cuento para entretener a unos niños que los deja turulatos, o sencillamente entretenerse rabiosamente en la descripción de cualquier cosa. Parece como si el autor quisiera hacer llamamientos enérgicos al arte de la invención espontánea, como si continuamente dijera a sus lectores: inventad, malditos, inventad, que no es tan difícil. Y Saki se mantiene fiel a lo que predica. Acusado en ocasiones de crueldad, de gélida ironía, sus cuentos suelen partir de situaciones sociales tremendamente convencionales: encuentros a tomar el té, veladas, invitaciones a comer. Mera lanzadera para echar a andar unos personajes que en seguida comienzan a llenarse de las más estrafalarias ideas. Borges hablaba de una ?levedad? en la manera de contar de Saki, destinada a aligerar tramas en ocasiones muy duras, situaciones humanas muy difíciles. Quizás la cima de esta opción narrativa es ?Laura?, donde Saki consigue una manera muy original de describir la muerte, sin banalizar el hecho pero obteniendo a la vez un leve cariz festivo que evita con maestría la facilidad del humor negro. Este cuento es, por cierto, creo, el único en el que Saki apunta abiertamente una conclusión de tipo sobrenatural. En los otros, a la manera de un Chesterton, tras crear ambientes claramente inquietantes, una insinuación de último momento, una frase desencantada (y por lo general muy graciosa), vuelcan en el último momento la explicación del misterio hacia lo racionalista, con ironía y cierto desencanto quizás vinculado a la moda espiritista que hizo furor en su época. Las tramas de Saki son sencillas, repetitivas a veces. Pero su estilo es una quintaesencia del mejor humor inglés, rutilante de atenuación y pulso firme, de pose y understatement. Es vano investigar resortes, claves fijas en este humor. Es una forma de creación pura, sutilísima, en la que Saki se revela inagotable. Imposible no detectar un aire de familia con lo mejor de Woodehouse, aunque Saki es siempre más cáustico y a la vez más fino. Ni uno solo de los cuentos de este volumen es malo. Un filón duradero, un autor al que volver y volver.
Resumos Relacionados
- La Ventana Abierta Y Otros Cuentos
- Alguien Que Anda Por Ahí
- O Contador De Histórias
- Extraños Peregrinos: Doce Cuentos
- Historia Universal De La Infamia
|
|