The Naked Sun
(Isaac Asimov)
El Inspector Elías Baley, detective grado C 6 de la policía de Nueva York, intenta dominar el miedo que lo asalta en su viaje en avión a Washington donde ha sido convocado para una nueva misión. No es la aversión a volar lo que atenaza su garganta sino la agorafobia que afecta a todos los terrícolas desde que decidieran refugiarse en sus inmensas bóvedas de acero bajo la superficie como respuesta al acoso de los cincuenta Mundos Exteriores. Era ahora uno de esos mundos, Solaria, la que requería la asistencia del detective a instancias de Aurora, el más antiguo de los cincuenta, para solucionar el primer delito en trescientos años de historia. El gobierno terrícola accede al pedido de Solaria y exige a Baley que viaje sólo para poder tener un observador en un mundo de los Hombres del Espacio situación que nunca se ha producido por el embargo a la navegación espacial de los terrícolas. Una vez que arriba a Solaria para su sorpresa es recibido por R. Daneel Olivaw, un robot que participó con Elías en una investigación previa; este ha sido impuesto por Aurora como condición para que Solaria pudiera recibir al terrícola. Inmediatamente el detective se percata que el autómata ha sido enviado con las mismas intensiones que él, observar de cerca la sociología de ese mundo. Daneel, por ordenes de Aurora, ha ocultado a los solarianos su esencia de robot gracias a su apariencia humana y se muestra como un solícito embajador cuyo mayor prioridad es asegurar una estancia adecuada al inspector, sobre todo atender a su claustrofobia. Es esa sobreprotección, debida principalmente a las tres leyes de la robótica, la que genera en agente la necesidad de ver los espacios abiertos a los que tanto teme. Puestos en antecedentes del caso directamente por el Ministro de Seguridad Hanis Gruer, se enteran que el primer crimen que ocurre es precisamente un asesinato. La victima, Rikaine Dellmare, ha sido ultimada de un violento golpe en la cabeza con un objeto contundente. Debido a la inexistencia de fuerzas policiales hizo necesario que se tuviera que llamar un agente extranjero. Inmediatamente Elías Baley se da cuenta de los problemas que tendrá en su investigación debido al modo de vida solariano. Para sorpresa del agente, apenas ocurrido el incidente, los robot de la casa habían limpiado la escena del crimen borrando toda huella, también habían incinerado el cadáver y desmantelado al único testigo un robot. A pesar de todo había un sospecho, la esposa del occiso: Gladia Delmarre. Prácticamente toda Solaria la creía culpable. ¿Por qué? Por otra característica de su sociedad. Es un mundo muy rico pero escasamente poblado, apenas 20.000 habitantes atendidos por robots en relación de 20.000 a 1, cuyos habitantes se enorgullecen de no tener que cruzarse nunca con sus vecinos. Han llevado esto hasta tal punto que sus relaciones personales se limitan a la ?visualización? que es una proyección holográfica. Únicamente tienen relaciones interpersonales las parejas pero no se deben a la afinidad de las personas sino a un emparejamiento genético. Apenas comenzadas las pesquisas se produce el intento de asesinato de Hanis Gruer en medio de una ?visualización? con Baley donde logra hacerle saber la existencia de un trasfondo político tras el asesinato de Rikaine Dellmare. El asesino excede la dosis de veneno y el ministro se salva pero el que haya dos situaciones tan excepcionales en tan poco tiempo convence a Elías que deben ser perpetradas por el mismo autor. Por ello pide y logra la posibilidad de entrevistar personalmente a todos los involucrados. Elías le tiende una ingeniosa trampa a R Daniel Olivaw y logra escapar a su celoso cuidado. De esa manera asiste a las entrevistas viajando por la superficie del planeta y enfrentándose a su agorafobia y a los peligros de un asesino suelto. Durante su entrevista en el lugar de trabajo del fallecido Elías sufre un atentado contra su vida por medio de una flecha envenenada. Salva por un pelo su vidaydescubre que el niño que ha lanzado la flecha ha sido engañado por medio de hábiles ordenes dadas, por el asesino prófugo, al robot que le sirve. Elías descubre que la primera ley de la robótica (Ningún robot por acción u omisión puede dañar a un ser humano) puede ser burlada. Esto es aceptado a regañadientes por el Dr. Leebig, el más eminente roboticista solariano, amigo del fallecido Dellmare y vecino del mismo, admite incluso que estaban trabajando en ese sentido antes de la muerte de Rikaine. En una acalorada reunión Elias reúne a los principales sospechosos para hacerle saber sus conjeturas y, para aprovechar la aversión de los solarianos a tener contacto con otras personas, envía a R. Daneel Olivaw (ellos ignoran que es un robot que imita a un ser humano) a la casa de supuesto culpable para presionarlo y lograr su confesión. Lamentablemente es tanta la presión psicológica que el asesino prefiere suicidarse a permitir que lo toquen. De regreso en Washington, Elias, rinde su informe a las autoridades terrícolas que ven en la misantropía extrema de los solarianos el futuro de todos los Mundos Exteriores y la victoria final de la Tierra. No quieren hacer caso de las advertencias de Elias Baley. Pero él sabe que para evitar que la Tierra sucumba en su aislamiento es necesario salir del vientre de la madre tierra, erguirse y contemplar el sol desnudo.
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