Resumo de Fabulas Invernales

Existen libros que recrean en el lector un sentimiento especial una vez que nos adentramos en sus dominios. A veces, cuando menos nos lo proponemos, tenemos la suerte inmensa de hallar verdaderos tesoros que nos estimulan a pasar página tras página a lo largo de una aventura, de una historia, o como es el caso de la obra que nos ocupa, de muchas. Porque Fábulas Invernales no es un libro al uso. Se trata de una recopilación de historias que, una a una, de forma independiente, son utilizadas por el autor para engarzarlas como cuentas de collar y formar una historia continuada. Como si de cajas chinas se tratase.
Esta obra del argentino Carlos Gardini, que fue finalista del Premio Minotauro 2004, se encuentra en la mejor tradición de Bioy, Borges o Bradbury. La componen historias que merece la pena recordar, esos relatos que dan calor en los meses de frío, que generan ese frescor en los de verano; tan necesarios como el fuego, y más reveladores que la propia identidad.
Gardini bebe de las fuentes tradicionales y mitológicas más diversas. Con una poderosa imaginación, y con un estilo propio y personal, nos muestra en Fábulas Invernales una reflexión profunda acerca de aquellas grandes cuestiones que preocupan (y ocupan) a la Humanidad: el lenguaje, las tensiones y guiños entre religión y política, la identidad, las relaciones, y sobre todo y muy especialmente, la literatura como fuente de saber y conocimiento.
Y es que el autor se permite combinar de manera increíble y sorprendente una imaginación poética y una erudición literaria que confluyen en dar paso a una fantasía épica que recrea, a modo de parodia, las grandes tragedias clásicas a las que añade un poco de sentido del humor.
En definitiva, que Fábulas Invernales es un estupendo libro de fantasía donde los lectores descubrirán, a cada historia corta que compone la historia general, que nuestra vida, como la del propio Jonás Angélico (conocido como El Observador de Artes y Menesteres, uno de los protagonistas), es un cúmulo de vivencias que se unen para conjugar nuestra existencia y nuestro discurrir día a día.
Que el conjunto de nuestras pequeñas aventuras, de nuestras pequeñas alegrías y tristezas, carcajadas y llantos, odios y amores, son un tesoro nuestro. Y que esos momentos que creemos únicos en lo bueno y en lo malo forman un todo del que, a su vez, nosotros también formamos parte. Nuestra existencia es como esta novela, una combinación e interrelación de pequeñas historias, cada una intensa, cada una viva... quizá por eso Fábulas Invernales es el reflejo de una realidad fantástica en la que nosotros, al menos un poquito, somos y nos vemos también protagonistas.

Resumos Relacionados