Resumo de No Digas Noche

La comunión del silencio

Hace poco tiempo, en una reunión de amigos, al salir el tema sobre que lecturas nos quitan el sueño en los últimos días, no pude marginar la novela en referencia. El interés de mis compañeros de velada fue grande al saber que el autor de la novela es israelita. Por un momento, así lo confesaron, les llegaron a la memoria palabras como intifada, Ariel Sharon, conflicto árabe ? israelí, Organización para la Liberación de Palestina (OLP), y como correlato, la la reciente muerte de Yasser Arafat; o de nombres de series de televisión y películas dónde los personajes hacen alusión a su ascendencia judía. Interesante. Las miradas de mis compañeros solicitaron mayor información.
No todo es guerra en Israel, ni todos viven atrás de las barricadas. Existen pueblos, donde viven personas como nosotros que se reúnen por las noches o a la hora del café matutino para platicar sobre su vida o el futuro de su pueblo. Sobre proyectos, como el de Noa: instalar en Tel Keidar, un centro de rehabilitación para jóvenes con problemas de drogadicción; así como de los obstáculos que se le presentan para llevarlo a buen puerto. Viven en desierto. Pero todos tienen una historia interesante. Son conquistadores del desierto. Noa y Teo llegaron ahí para instalarse y llevar una vida tranquila en pareja. Teo, por ejemplo, ha viajado por casi toda América Latina desarrollando proyectos de vivienda en el área de planeación y en uno de esos viajes es donde conoce a Noa, quince años menor que él. Ambos ven transcurrir su relación, entre ellos, y la de ellos con los demás personajes de Tel Keidar, bajo una mirada aguda sin cortapisas de carácter moral que empañen el filoso bisturí de su realidad.
Es cierto, aparecen las referencias al ejército. La mayoría de los jóvenes, hombres y mujeres, quieren formar parte de él. No con el objetivo de salir de la pobreza como muchos latinoamericanos de escasos recursos que se enrolan para tener sustento seguro; lo hacen, los jóvenes israelitas, para salir del tedio de su pueblo.
Teo y Noa, incorporan personajes singulares en el transcurso de sus historias: músicos, literatos, inmigrantes rusos, mecánicos, jóvenes estudiantes que se convierten, de alguna forma, en la bisagra de su relación. Por momentos el lector quisiera convertirse en esos personajes que son una extensión de la vida de ellos, de Teo y de Noa. Pues en esta novela, el silencio se vuelve cómplice de la mirada y las marcas de la condición humana, se someten ante ellos.

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