Resumo de La Increíble Y Triste Historia De La Cándida Eréndira Y De Su Abuela Desalmada

La prosa que ha conseguido García Márquez en la época en que escribe estos cuentos, consolidado ya como maestro con la publicación de Cien años de soledad, es comparable a un robusto árbol, con sus ramas y sus frutos perfectamente repartidos. Además, juega en plenitud con la fantasía, la hipérbole, los personajes coloristas, siempre sentenciosos y de una fe que más que mover montañas, construye mundos alternativos.
Un señor muy viejo con unas alas enormes (1968) narra la aparición en un pueblo que acaba de ser anegado de un ángel viejo, manso y mudo, al que la curiosidad popular convierte en una atracción de feria, de lo que se beneficia la familia que le alberga, que cobra por enseñarselo a los demás. Al aparecer otra atracción (una mujer convertida en araña por desobedecer a sus padres), el ángel pasa de moda y es olvidado por todos. Un día le salen nuevas plumas en las alas y sale volando.
El ahogado más hermoso del mundo (1968) es sin duda uno de los mejores cuentos jamás escritos por García Márquez, tanto por su irresistible contenido como su magistral prosa. A las costas de Macondo llega un ahogado enorme, guapísimo y muy bien dotado, que hace suspirar a todas las mujeres y menospreciar en secreto a sus maridos. Le visten, le limpian, le cortan el pelo y hasta le ponen nombre, porque "tiene cara de llamarse Esteban". Imaginan las penas que ha sufrido y sobre todo, las incomodidades a las que le llevaría su enorme corpachón y lloran "hasta que le lloraron tanto que fue el hombre más desvalido de la tierra". Finalmente, le devuelven al mar , aunque nunca serán los mismos y piensan construir sus casas para que gente del tamaño de Esteban no tenga que sufrir incomodidades.
Blacamán el bueno vendedor de milagros (1968) es un brillante y seductor relato con ecos de Las Mil y Una Noches. Un falso milagrero, que se hace morder por una serpiente sin veneno y finge sufrir síntomas de envenenamiento para vender un falso antídoto, toma como ayudante al muchacho narrador-protagonista del cuento. Como les van mal las cosas, sus timos se descubren y tienen que buscar escondite y vivir casi sin recursos, el milagrero Blacamán el malo la toma con el muchacho, Blacamán el bueno, le declara gafe y le encierra en una gruta, le tortura arrancándole las uñas, le echa animales muertos para que no pueda respirar, etcétera. Un día este muchacho descubre que tiene verdaderos poderes mágicos y se lo hace pagar. Primero, le convierte en su criado. Luego, le deja morir y le resucita cuando está enterrado para dejarle rabiar en el interior de su tumba.
La increíble y triste historia de la cándida Eréndira y de su abuela desalmada (1972), relato largo o novela corta, parodia en su título y en muchos aspectos de la historia el relato de folletín. El personaje aparece brevemente en Cien años de soledad. La jovencita Eréndira, de catorce años, trabaja como una cenicienta en la lujosa casa de su tiránica abuela: tiene que lavar, fregar, preparar la comida y, aunque se muera de sueño, dejarlo todo en su sitio, porque "las cosas sufren mucho cuando no se las pone a dormir en su puesto". Por culpa de su cansancio, se duerme con un candelabro encendido y "el viento de su desgracia" lo hace caer sobre las cortinas y que la casa se incendie y quede arrasada. Rabiosa, la abuela vende la virginidad de la chica por doscientos pesos y comienza a prostituirla de pueblo en pueblo con el objetivo de que le reporte el casi un millón de pesos que le ha hecho perder, lo que al parecer le llevaría cerca de cien años de prostituirse a filas enteras de hombres. Unos frailes la rescatan y la guardan en el convento, arrebatándole la tutela, pero la astuta abuela contrata a un jovencito para que se case con ella y la recupera. Otro joven, Ulises, se enamora y se fuga con ella y con unos diamantes que le ha robado a su padre, pero la abuela la denuncia a la policía, que la persigue y la deteniene. A partir de entonces, continuan los viajes en palanquín y las exhibiciones dentro de una carpa para atraer a clientes, pero ahora con la chica atada por el tobillo con una cadena de perro. La vieja, con lo ganado, se ha hecho con unos lingotes de oro que lleva siempre atados al cuerpo, y ya no piensa que la deuda se salde en diez años sino que piensa seguir hasta que ella se muera. Eréndira intenta matarla, pero no se atreve y le propone a Ulises que lo haga él. Éste lo intenta con un pastel lleno de arsénico, pero la vieja se lo traga sin morirse. Finalmente, la mata a cuchilladas en el patio en una brutal pelea con la muy corpulenta anciana, en la que sale de ella sangre verde. Mientras Ulises queda agotado por el esfuerzo, Eréndira coge los lingotes de oro y sale corriendo sin él "y jamás se volvió a tener la menor noticia de ella ni se encontró el vestigio más íntimo de su desgracia"

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