Resumo de Cuando Ya No Importe - Juan Carlos Onetti

?Cuando ya no importe? fue el último libro escrito por Juan Carlos Onetti, se trata de una novela conmovedora y plagada de adioses. Cada una de sus páginas huele a tierra fresca, - las tierras de su memoria- construidas con retazos autobiográficos parecen escritas con la intención de saludar por última vez a personas y a personajes, despedirse para siempre de lugares reales y ficticios donde Onetti había vivido, amado y sufrido.
La novela Iba a titularse ?La casona?- una casa perdida en el campo no muy lejos de un río en donde transcurre la mayor parte de la historia- pero Carmen Balcels, editora en Barcelona de Onetti, le propuso el cambio de nombre. Onetti aceptó encantado, el nuevo título que su amiga sugería le quitaba peso a la despedida; a los adioses definitivos, a ciertos temas, pasiones y preocupaciones personales del autor que aún ardían después que ?Medina, con la complicidad de Díaz Grey y el odio en estado puro del colorado quemaran Santamaría?. La ciudad querida e inventada, territorio literario, difícil de hallar en el mapa, donde transcurren las cautivantes novelas de Onetti.
La lectura de esta novela exige a sus lectores, de quienes también intenta despedirse para siempre, el compromiso de haber leído otros de sus libros, es más, merece ser leído teniendo en cuenta toda su obra en conjunto; el lector debe aproximarse a esta novela como un arqueólogo dispuesto a desenterrar las primeras piedras, extraerlas de una en una, colocarlas sobre un tapete, y en torno al conjunto - a la novela en ruinas- ponerse a reconstruirla.
Desde el comienzo Onetti nos presenta al personaje central, el encargado de contar la historia. Un hombre cualquiera, no muy distinto a lo que Onetti fue o podría haber sido, perdiendo tiempo e identidad en el medio de una gran ciudad, pasando hambre junto a la ausencia de ?mi mujer de ahora, dueña de su vagina y de un destino que es siempre otro?. La extraña ocupación del personaje, especial para gente que encuentra en la soledad un aliado para no pensar, - supervisar de noche una tolva que muele cereales- fue uno de los tantos oficios que Onetti desempeñó en su juventud.
?También es verdad que pase malas rachas, rachas de miseria. Por ejemplo: no tener que comer. Me acuerdo que fue una época tan brava que mi mujer de turno se quedaba en la cama por debilidad. Yo recorría, me acuerdo, la calle Corrientes, como dice el tango: buscando ese mango que te haga morfar. Un mango es un peso, pero yo necesitaba cinco mangos. Y si recorriendo Corrientes encontraba un amigo...; tenía muchos y con frecuencia sucedía que nos invitaban a comer a un restauran; entonces tanto ella como yo, nos robábamos un pancito para el día siguiente. Ella con mucho disimulo se lo metía en la cartera; yo en un bolsillo. Pero no creo que eso me provocara odio.?
Este extracto de un reportaje que Onetti concediera a una periodista alemana, a la cual con ochenta y tantos años a sus espaldas y tirado en la cama no dejó de seducir e incomodar durante toda la entrevista, es un borrador trascripto, casi idéntico pero más corto de la conmovedora frase que abre la novela: ?Hace una quincena o un mes que mi mujer de ahora eligió vivir en otro país. No hubo reproches ni quejas. Ella es dueña de su estomago y de su vagina. Cómo no comprenderla si ambos compartimos, casi exclusivamente, el hambre?. Podríamos seguir así, si esto fuese una biografía de Onetti, buscando cruces entre la vida y la obra, hay muchos, pero los anteriores nos bastan para decir que la trama de ?Cuando ya no importe? le fue muy cara a Onetti, que está hecha con sus adioses: a lo que fue, a su tierra, a su gente, a las mujeres que quiso y sobre todas las cosas a la juventud perdida; único momento en la literatura de Onetti donde la vida merece la pena, donde todo importa y es para siempre?
Más de diez años sin salir de una cama provocó incertidumbre y asombro a muchos críticos y periodistas literarios : ?Ese Onetti, que toma whisky y fuma en la cama?, sin embargopocos han acertado, se han dado cuenta que aquella reticencia para con el mundo real, aquel emperramiento, era un llamado a la introspección, a recoger con paciencia tantas proyecciones dispersas en el mundo real y en el de la ficción, los años de Larsen, Medina, Díaz Grey, construyendo pacientes la noche interminable de Santamaría.
Diez años encamado, como dice Ballester, impone respeto. Claro, no es para cualquiera; quién se anima, si no ha vivido lo suficiente, a meterse en una cama y decir basta. Sin embargo, fue en la cama donde Onetti escribió ?Cuando ya no importe ?, y, con anterioridad, supongo que también ?Dejemos Hablar al viento?. La entrega no fue fácil, la renuncia al mundo de afuera, además de lirismo, exige cierta coherencia con lo que uno fue; antes de marcharse había que ajustar algunas cuentas con el pasado, además de los adioses había que dejarles un futuro, un camino abierto, a los personajes y a los próximos lectores. ?Cuando ya no importe? cierra la extensa producción literaria de Onetti, es una despedida de inaudita belleza, breve pero afortunadamente interminable?
Juan Carlos Onetti, escritor y periodista Uruguayo, (1909- 1994). Premio Cervantes de Literatura en 1980.

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