Resumo de La Dama Del Nilo

Egipto. Año 1.490 a.C.. Gobierna la XVIII dinastía, y Tutmosis I detenta el poder como Faraón del Alto y del Bajo Egipto. Nace Hatshepsut, una princesa con carácter que en poco tiempo pasa a ser la preferida de su padre Tutmosis. Durante su infancia, recibe la misma educación que otros nobles y príncipes varones, uno de ellos su hermanastro Tutmés, el que posteriormente sería su marido. En esa época de esplendor egipcio, cuando era todavía una niña, conoce de forma totalmente casual a Senmut, un aspirante a sacerdote hijo de padres campesinos que ansiaba conocer los misterios de la arquitectura. A partir de ese momento, la vida de Senmut y la de Hatshepsut se verá inevitablemente ligada. Cuando Hatshepsut se casa con su hermanastro, lo hace por imperativo de Estado, como forma de preservar la dinastía faraónica y de que la sangre del dios Amón, que portan las hembras de sangre real, no se pierda. No se casa por amor, aunque es consciente de que su principal obligación es dar un heredero varón Al trono. Cuando su padre Tutmosis I muere, Hathsepsut se encuentra sola, con un hermanastro Faraón débil, ya Tutmosis II, y muchas ganas de hacer algo por su pueblo. Su padre la había preparado para reinar, pero no para ser reina consorte. El pueblo la aprecia y la ama, y los sacerdotes de Amón, a través de su máximo representante Hapuseneb, amigo personal de la reina, hacen que el respecto aumente. Cuando Tutmosis II fallece de una extraña enfermedad, Hatshepsut se encuentra en el trono de Egipto sola, como regente del niño Tutmosis, fruto de la relación de Tutmosis II con una de las concubinas de palacio. Ella ha de velar por los intereses de Egipto hasta que el futuro Rey acceda al Trono de las Dos Tierras. En ese momento, Hatshepsut toma una decisión para la que cree está predestinada: será el Faraón de Egipto y no sólo la Regente. Así, y en el templo de Amón, se corona Faraón, y el pueblo le rinde así homenaje. A partir de entonces, concibe la idea de construir un templo que asombre a las generaciones venideras en honor al dios de su coronación, Amón, y encarga el proyecto a Senmut, al que poco a poco había llenado de honores y ya era arquitecto del Faraón Hatshepsut. Pero mientras el templo se va construyendo, el futuro Tutmosis III va aumentando su edad y influencia entre la casta noble.

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