Seda
(Alessandro Baricco)
Breve y fina como su nombre, esta novela narra la historia de un hombre cuyo oficio es viajar, atravesar el mundo en busca de gusanos de seda. La historia puede evocar ciertos rasgos de la época de la fiebre del oro, sólo que no hay fiebre y tampoco oro, hay una tradición que es transmitida como una inquietud y una vocación del personaje por cultivarla. Hervé Joncour se transformará en un corredor de comercio singular, que se embarcará en largos viajes, cabalgará enormes distancias para buscar el preciado tesoro, una frágil y valiosa carga de huevos de los gusanos de seda para el empresario textil que lo inició en este oficio. Su labor rinde sus frutos y su vida adquiere una pronunciada y sostenida condición de progreso. En este interín él se enamora y se casa, y esta situación en nada modifica su exótica vida de viajante. Ya luego de varios años de estabilidad económica y sentimental, un día el empresario textil abdica de la idea de financiar un nuevo viaje al Japón en busca de los gusanos de seda, en el convencimiento de que dicha carga se perderá. El impetuoso viajante decide emprender de todos modos este viaje a sus expensas. Algo le ha ocurrido en sus viajes anteriores al Japón que lo impulsa a regresar con la fuerza de una intriga. El amor es el misterio que subyace en esta historia. Seda es sin lugar a dudas, una historia de amor, sólo que a diferencia de las historias de amor tradicionales, aquí el amor es un misterio que se devela por sí mismo al final del libro, como una ilusión sobrenatural que le da una dimensión trágica a la historia. Una novela sentimental y melancólica que supera los riesgos del kitsch, para semblarse como una de las historias más bellas y refinadas que pueden leerse en estos días.
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