El Alquimista
(Paulo Coelho)
Yo soy Santiago. Un pastor.Nací en una familia sencilla, en una pequeña villa en España. Estudié hasta los dieciséis. Mi padre quería que yo fuera sacerdote. Pero, yo deseaba viajar y conocer el mundo. Así es que, me hice pastor. Mi historia, es acerca de seguir un sueño y las lecciones que aprendí de la vida. Hace unos pocos años, estaba pasando la noche en una iglesia abandonada con mis ovejas. Entonces tuve un sueño. Un niño estaba jugando con mis ovejas. Repentinamente, él me transportó a las pirámides y me dijo que si yo llegaba allí, encontraría un tesoro escondido. al siguiente día, un viejo sabio vino a verme. Él sabía todo acerca de mí, incluso cosas que yo no había dicho jamás a nadie, hasta sabía de mi último sueño. Me instó a cumplir mi destino- ir a las pirámides y descubrir el tesoro-. Yo estaba en un dilema: si permanecía como pastor y vivía una vida a la que estaba acostumbrado o seguía mi sueño. Hacer realidad el propio destino, es una obligación de cada persona. La posibilidad de hacer realidad un sueño, hace que la vida sea interesante. Sin embargo, para la mayoría de la gente, lo que otros pueden pensar llega a ser más importante que su propio destino, y evitan su realización. Aunque, receloso, decidí seguir mi sueño. Vendí mis ovejas y crucé hacia el Africa. En el primer día sufrí un robo.Estaba en una tierra extraña, sin dinero, sin ovejas, nada. Me sentí afligido, de que la vida pudiera haber cambiado tan súbita y drásticamente.Me sentía, como cualquiera que ve el mundo esperando lo que le gustaría que sucediera y no como realmente es. Pero, mi autocompasión tuvo corta vida, pues decidí verme como un aventurero en busca de un tesoro y no como una pobre víctima. Para ganar dinero, empecé a trabajar en una poco exitosa vidriería. El comerciante, como muchos de nosotros, se resistía a efectuar cambios.No sabía lidiar con los cambios, prefería dejar las cosas como estaban. Sólo soñaba con ir a La Meca, pero temía que no realizaría su sueño. Yo, trabajé con ahinco y en un año ahorré suficiente dinero para retornar a casa y comprar muchas ovejas. Pero, el destino me hizo señas nuevamente y aunque estuve tentado de regresar, decidí persistir con mi sueño. Me uní a una caravana que me llevaría a Egipto. En el camino, un Inglés que viajaba en busca de un alquimista, me habló acerca del Espíritu del Mundo. Todas las cosas, son sus manifestaciones y aún nosotros formamos parte de ello. El secreto de la vida, podría ser entenderlo sólo a través de la experiencia. No puede expresarse en palabras o en imágenes o comprenderse únicamente con la razón. El futuro ya está escrito. Y lo que está escrito, es bueno para el hombre. Por tanto, es mejor vivir el presente. Si sabes que morirás mañana, no vivirás el presente. El secreto está en el presente. Si puedes concentrarte en el presente, serás un hombre feliz. Podrás ver la vida, en todo lo que te rodea. Si prestas atención al presente, lo podrás mejorar. Luego de algunos días alcanzamos un oasis. Allí me enamoré de una chica: Fátima. Yo deseaba establecerme con ella, pues hallaba que ella era más importante que cualquier tesoro.No deseaba seguir adelante, ya que temía perderla. También en el oasis, conocí al alquimista. Pero, ambos, el alquimista y Fátima me instaron a perseguir mi sueño.- No pienses en lo que dejas atrás. Sólo una cosa hace que un sueño sea imposible, el temor al fracaso o al sufrimiento. Y el temor al sufrimiento, es peor que el sufrimiento en sí. Es mucho mejor, morir tratando de realizar nuestro destino, que morir como millones de personas, que nunca conocieron su destino. Claro, nuestra persistencia y coraje serán puestos a prueba, pero necesitamos ser pacientes. El propósito no es maligno, sino enseñarnos las lecciones que precisamos aprender.- Con pesar en el corazón, dejé el oasis para seguir hacia Egipto, el alquimista era mi guía. Fátima prometió esperarme, siempre. Conforme viajábamos, el alquimista me ilustraba: todo en el mundo, tienne un destino y cada cosa tiene que esforzarse y transformarse a sí misma hacia algo mejor para llegar a ser Espíritu del Mundo. El amor, es la fuerza que transforma y eleva. Porque cuando estamos enamorados, nos esforzamos en ser mejores. Y como vamos siendo mejores, todo alrededor nuestro también mejora.Finalmente, llegué a las pirámides. Mientras excavaba en busca del tesoro, fuí golpeado y robado. Al tiempo que me dejaban medio muerto, uno de los bandidos me dijo que dejara de perseguir sueños fútiles. Él mencionó, que también había tenido un sueño recurrente sobre un tesoro enterrado en una iglesia abandonada, en un pequeño pueblo en España, pero que no era tan tonto como para ir a buscarlo. Yo me reí al comprender, que era la misma iglesia donde yo tuve mi primer sueño sobre el tesoro escondido. Muchas veces, nuestro tesoro yace enterrado en nuestro patio trasero pero fallamos en descubrirlo, Regresé a aquella iglesia a encontrar el tesoro oculto. Allí sentí el viento del África trayéndome el amor de Fátima.
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