La Peste
(Albert Camus)
Oran, un día de abril de 194., el doctor Rieux descubre el
cadáver de una rata sobre su transporte. El
portero, el
Sr.
Michel, piensa que son agradable que se divierte a
depositar estos cadáveres de ratas en su edificio.
Al
mediodía, Rieux acompaña a la estación a su esposa
que,
enfermo, va ocuparse en una ciudad vecina. Algunos
días
más
tarde, una agencia de prensa anuncia que a más de
se ha
recogido a seis mil de ratas el mismo día
. La angustia aumenta. Algunas personas comienzan a
emitir
algunas recriminaciones contra el municipio. Luego,
repentinamente, el número de cadáveres disminuye,
las
calles encuentran su limpieza, la ciudad se cree
salvada.
El Sr. Michel, el portero del edificio de Rieux,
cae
enfermo. El doctor Rieux intenta ocuparella. Su
enfermedad
se empeora rápidamente. Rieux no puede hacer nada
para
salvarlo. El portero sucumbe a un mal violento y
misterioso
Rieux es solicitado por Grande, un empleado del
ayuntamiento. Acaba de impedir un determinado a
Cottard
suicidarse. Las muertes se multiplican. Rieux
consulta
a
sus colegas. Viejo Castel, uno ellos, confirma sus
sospechas: se trata efectivamente de la peste.
Después
de
muchas reticencias y molestias administrativas,
Rieux
llega
para que las autoridades toman conciencia de la
epidemia y
se deciden "cerrar" la ciudad.
La ciudad se instala poco a poco en el aislamiento.
El
encerramiento y el miedo modifican los
comportamientos
colectivos e individuales: "la peste fue nuestro
asunto
a
todos", tiene en cuenta al narrador. Los habitantes
deben
componer tanto con el aislamiento fuera de la
ciudad
como
dentro. Tienen dificultades de comunicar con sus
padres
o
sus amigos que están exteriormente.
A finales de junio, Rambert, un periodista
parisiense
separado de su compañera, demanda en vano el apoyo
de
Rieux
para volver París. Cottard, que tenía, en abril,
por
razones desconocidas intentado suicidarse, parece
probar
una malsana satisfacción en la desdicha de sus
conciudadanos. Los habitantes de Oran intentan
compensar
las dificultades del secuestro, abandonándose a
placeres
materiales. Grande, empleado del ayuntamiento, se
concentra
en la escritura de un libro cuya frase reescribe
sin
cesar
primera. El padre Paneloux hace de la plaga el
instrumento
del castigo divino y pide su fieles meditar sobre
este
castigo dirigido a hombres privados de todo
espíritu de
caridad. Tarrou, hijos de un fiscal y extranjero a
la
ciudad, tiene en sus cuadernos su propia crónica de
la
epidemia. No le cree que en el hombre. Demuestra un
valor
ordinario y se pone a disposición de Rieux
ordenación
el
servicio sanitario. Rambert los junta.
Es el verano, la tensión sube y la epidemia
redobla.
Hay
tanto víctimas que es necesario apresuradamente
lanzarlos
el hoyo común, como animales. La ciudad se ve
obligada
a
reprimir levantamientos y los saqueos. Los
habitantes
parecen renunciados. Dan la impresión de perder sus
recuerdos y su esperanza. No tienen más ilusión y
se
limitan a esperar... Esta parte se desarrolla de
septiembre
a diciembre. Rambert tuvo la oportunidad de dejar
la
ciudad, pero renuncia ir. Se decide a luchar hasta
el
final
a los lados de Rieux y Tarrou. La agonía de un
joven
niño,
los hijos del juez Othon y los sufrimientos que
prueban
este joven inocente sacuden a Rieux y perturban las
certezas del abad Paneloux. El abad se resta en la
soledad
de su fe, y meurt sin haber solicitado a médico,
apretando
febrilmente contra él un crucifijo. Tarrou y Rieux,
conocen
un momento de comunión amistosa tomando un baño de
otoño en
el mar. A Noël, Grande tumba enferma y see lo cree
perdido.
Pero, cura bajo el efecto de un nuevo suero. Ratas,
reaparecen de nuevo, vivos. Es el mes de enero y la
plaga
disminuye. Hace con todo a últimas víctimas: Othon,
luego
Tarrou que meurt, sereno al domicilio de Rieux. Él
conficé
la regresión del mal, la actitud de Cottard cambió.
Es
detenido por la policía después de una crisis de
démenceUn
telegrama llega en Rieux: su mujer se murió. A las
puertas
de una bonita mañana de febrero, las puertas de la
ciudad
se abren finalmente. Los habitantes, liberados
gozan
pero
no olvidan esta prueba "que los enfrentó a la
absurdidad de
su existencia y a la precariedad de la condición
humaine."On aprende la identidad del narrador: " Es
Rieux
que quiso informar de estos acontecimientos con la
mayor
objetividad posible. Sabe que el virus de la peste
puede
volver de nuevo un día y llama a la vigilancia.
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