Hamlet
(Shakespeare; William)
El argumento de ?Hamlet? es extraordinario, sin embargo no es nada tomando en cuenta la personalidad del protagonista, su profundo humorismo, su filosofar, sus desplantes poéticos, concretados en sus monólogos. La trama, aún siendo genial, no dice mucho de la verdadera naturaleza de esta obra maestra. Hay que leer a Shakespeare, hay que conocer a Hamlet. El joven príncipe de Dinamarca, Hamlet, se encuentra abrumado por la reciente muerte de su padre, el rey Hamlet. A esta pesarosa situación se agrega la pena de ver es que su madre, la reina viuda, Gertrudis, contrae nupcias un par de meses después de los funerales. Y lo peor del caso, lo cual ya es una calamidad, es que el rey consorte, es ni más ni menos que Claudio, el hermano del rey Hamlet, en paz descanse. Estos hechos arraigan una depresión en el joven príncipe que hacen de él lo que nosotros llamamos un neurótico. Pero eso es sólo el principio. La verdadera desgracia es revelada al joven príncipe por el fantasma de su padre, alma errabunda en busca de justicia. El rey Hamlet fue asesinado, envenenado por su propio hermano, Claudio, que mató dos pájaros de un tiro al quedarse con el trono y dormir en la cama de su cuñada. La labor del príncipe Hamlet consistirá, de aquí en adelante, en hacer justicia a su desdichado padre. Pero Hamlet es lo que nosotros llamaríamos un hippie. Ocioso, es poeta, es filósofo, sabe actuar, está enamorado de Ofelia, la hija de un funcionario, domiciliada en el mismo castillo real, Elsinore. El pueblo ama a su príncipe Hamlet. Además se adivinan en él costumbres disipadas cuando expresa que la bebida es la costumbre de la realeza en Dinamarca. De buena disposición por naturaleza la ceguera de la justicia hacen de él un asesino impávido. Sin embargo es menester mantener veladas las intenciones; para tal fin, Hamlet, ya medio enloquecido por la fatalidad, finge la poca locura que le falta para aparentar un desquiciamiento absoluto, aunque apacible. En un principio, se conoce cierta buena fe del tío asesino e incestuoso hacia su sobrino. Tanto él como la reina Gertrudis se preocupan por el desgobierno en las ideas del príncipe y buscan alivio en las compañías y las diversiones para él. Gertrudis atribuye el trastorno de su hijo a su amor no correspondido por Ofelia. Ofelia es hija del Polonio, el primer ministro, un ser mezquino y retorcido que prohíbe a su joven hija todo encuentro privado con el príncipe en razón a su condición social. Se advierte en Ofelia un corazón frío y pequeño al desdeñar, por consejos de terceras personas, al apasionado y noble pretendiente. Por una de las geniales ideas trapaceras de Polonio, los reyes espían a Hamlet usando a Ofelia como voluntario anzuelo. Asistimos a los mejores monólogos de Hamlet que apabulla a la rústica Ofelia y la manda a freír espárragos en términos muy poéticos. Ya no la quiere más. Siempre controladores, los reyes envían a Rosencantz y Guildestern a averiguar el origen de la locura del príncipe. Ambos son amigos de Hamlet, de su misma edad, ambos son serviles, los dos están dispuestos a traicionar la amistad por privilegios cortesanos. Pero la afilada lengua de Hamlet, lejos de ponerse en evidencia, hace que sus dos ?amigos? digan la verdad de su doble intención al acercársele tan zalameramente. En este punto Hamlet duda si es verdad lo que dijo el espectro o si es la calumnia de un espíritu infernal. Decide poner a prueba a su padrastro, a su tío, con una compañía de teatro que arriba al castillo de Elsinore. Hamlet monta su propia obra de teatro. El argumento; la usurpación. En la obra, los actores dan vida a la trágica historia de un rey envenenado por su hermano mientras duerme, de esta forma, el fratricida se casa con la reina y se hace de la corona. Durante la representación, ante toda la corte, el rey Claudio, se proyecta: Explota e impulsivamente exige que se suspenda la representación. Ahora Hamlet sabe que es verdad lo que le comunicó el espectro. AhoraClaudio sabe que su sobrino conoce su crimen. La guerra se desencadena, aunque veladamente pues Claudio, por obvias razones, maniobra en la oscuridad y Hamlet tiene la prohibición de castigar a su propia madre, por lo cual debe mantener el secreto. William Shakespeare crea esta obra hacia 1600, sin embargo, la triste historia de Hamlet había sido ya narrada antes en unas ?Gestas danesas? de Saxo Grammaticus, a comienzos del siglo III de nuestra era. Los eventos aciagos se desencadenan: Hamlet mata al intrigante Polonio en un acceso de ira. Entonces el rey, disimuladamente, envía a Hamlet a su muerte, custodiado por Rosencrantz y Guildestern, pero el destino hace que el príncipe se salve mientras los dos lambiscones mueren en su lugar. Ofelia, perturbada profundamente por la locura del príncipe y el asesinato de su padre, muere ahogada; ¿accidente? ¿suicidio? Laertes, hermano de la interfecta Ofelia, hijo del asesinado Polonio, urde con el rey Claudio la muerte del príncipe. Aprovechándose de la generosa despreocupación de Hamlet deciden envenenarlo. Pero a pesar de su cuidadosa planeación, las cosas no salen como ellos esperan, la terrible fatalidad, un destino funesto se apodera de los protagonistas de esta historia, negra y triste por su trama, luminosa y brillante por la genialidad del desventurado Hamlet. El resto es silencio.
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