Resumo de La Medida Probable 2

herramienta. Dicha parte substancial que permite al ser humano percibirse como una unidad y así ayudar el vehículo físico a cumplir su tarea. “Tener un cuerpo físico implica en tener un ego”. Tal centella de información que los santos conocen. La real utilidad del ego está en almacenar y distribuir informaciones que cuiden del cuerpo físico, que por su turno no pasa de la residencia del alma. Alma, palabra que no aparece en el diccionario de nuestro guerrero y abundante en el manual del santo. Así, El ego, experto en plan material, es quien nos recuerda no solo de saldar las cuentas pero además de “cómo hacer” las cuentas.
La raíz del problema es cuando permitimos a ese sistema interpretar totalmente nuestro cotidiano. Cuando eso ocurre, la intición, la mente superior, la voluntad espiritual bien como sus virtudes pierden terreno delante a un sistema de creencias que en última analisis se traduce por limitación. Los santos son aquellos que aprenderon a equilibrar las actividades de esa herramienta de percepción material a las actividades del espíritu. Ellos están armonizados con el concepto de que traducir la realidade por el ego es interpretarla, solamente, por los ojos físicos.
Mientras eso, nuestro guerrero se arrodilla mecánicamente y, de manera distraída, observa las imágenes en los vitrales. Su repertorio sobre el tema es estrecho. Para él santos son personas que caminan descalzas y cogen flores, que oran día y noche, que se nutren de pan y agua perpetuamente, eso cuando no ayunan, vistense con mantos desgarrados, duermenen camas de paja, ayudan a los pobres y los enfermos y frecuentemente son torturados por los ricos y poderosos. Nuestro guerrero, en su lucha diaria, abrió mano de un princípio elemental: mente abierta y corazón tranquilo. Para él, mente abierta equivale a una noche de alcohol, sexo y drogas, encuanto corazón tranquilo significa una cuenta generosa en la libreta de ahorros. Él no lo hace pro mal. Él, simplemente, no tiene ni idea. Va desde la iglesia al Fantástico[1] en un abrir y cerrar de ojos, ausente a una de las principales canciones acerca de la esencia del ser humano en esa existencia:
“Nada de lo que hago soy yo quien lo hace. (...) Siempre seguro de que este es el mundo de los sentimientos que jugan con las sensaciones. Realmente ve quien percibe que el esfuerzo es práctica en el mundo de la naturaleza, para ejercício del alma. Quien a despecho del hacer, nos es el agente. (...)”.
Cuando la televisión es por fin desactivada surge un sueño abrupto, sin sueños y sin el menor indício de personas como Luther Burbank, empresario famoso, adicto convicto de la meditación, de los princípios del alma y de la filantropía, para no mencionar la botánica, y que fue imortalizado por uno de los más grandes iniciados contemporáneos, Paramahansa Yogananda.Nadie puede afirmar en qué momento la confusión de nuestro guerrero le rompió el cerne. Tampoco él sabe discernir quien surgió primero: la pura obsesión por alterar constantemente su razón, o la necesidad de mantenerla siempre alterada como único recurso para refugiarse de un mundo cuya aridez es insoportable. Talves, si alguien le hubiera contado cosas acerca del amor, del despego, y que tales cosas pueden de hecho caminar lado a lado con trajes

[1] Programa de televisión dominical muy difundido en Brasil. (n.t.)

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