Resumo de Orgullo Y Prejuicio (completa)

Isabel Bennet es la segunda de las cinco hijas de los señores Bennet, y la preferida por su padre por su inteligencia y vivacidad, cualidades que la convertían en la menos querida para su madre. Llega a la región el Sr. Bingley, joven soltero y adinerado sobre quien de inmediato ponen la mirada todas las señoras del lugar, en especial la señora Bennet, cuyo único propósito en la vida era casar bien a sus cinco hijas antes de que el primo de su esposo, el Sr. Collins, tomara posesión de Longbourn y su fortuna a la muerte del mismo. En un baile tienen la oportunidad de conocer a Bingley, quien había asistido en compañía de sus dos hermanas, su cuñado y un amigo suyo, Darcy. Bingley de inmediato demostró su carácter jovial y buenos modales, bailó con Juana, hermana mayor de Isabel, muchacha hermosa, sensible y de buen corazón, por quien sintió inmediata atracción. Darcy, por el contrario, al poco rato desencantó a todos los presentes con su carácter orgulloso y altivo, a pesar de ser hombre mucho más rico que el primero y más atractivo. No quiso participar de la fiesta, y cuando Bingley le ofreció bailar con Isabel, sentada a poca distancia de él, éste la despreció por no ser lo suficientemente bonita para tenerlo. A Isabel, aunque aquello no le dolió por lo fuerte de su carácter, sí le ayudó a formarse una primera imagen desagradable del hombre. Al volverse a encontrar, Isabel no le prestó atención, pero con esto y su carácter juguetón y sencillo, despertó el interés de Darcy. La única que parece percatarse de esto es Carolina, la hermana soltera de Bingley, quien se pone cada vez más celosa y cortante con ella. Collins llega de visita, aunque su verdadera intención era buscar esposa, y escoge a Isabel como prospecto a pesar del nulo interés que le demostraba ella. Durante un paseo que realizaron las hermanas y Collins a Meryton, conocen a Wickham, hombre apuesto y de buenos modales con quien Isabel traba buena amistad. Él le cuenta que era hijo del fallecido administrador de las propiedades de Darcy, y que al morir el padre de éste, su hijo le había quitado la renta heredada por él. Isabel siente más repulsión por Darcy. Bingley ofrece un baile en Netherfield, y asiste toda la familia, pero Isabel se lleva una gran desilusión al no encontrar a Wickham, y para colmo, tener a Collins pegado a su lado toda la noche. Al tomarla desprevenida, acepta bailar con Darcy, y a pesar de que no hicieron más que discutir, esto avivó aún más los sentimientos de él hacia ella. Sin embargo, el comportamiento descarado de su madre, que ya proclamaba a todas voces la boda de Juana con Bingley y la buena fortuna que obtendría la familia, molestó en gran medida al hombre. Al día siguiente, Bingley parte de regreso a Londres y toda su familia lo sigue. A Juana se le rompe el corazón al recibir una nota de Carolina contándole que desea la boda de Bingley con la hermana de Darcy y que ya no volverán. Sus tíos Gardiner, personas buenas y juiciosas a quienes querían mucho, se dan cuenta de su dolor y la invitan a pasar unos días en su casa, al tiempo que la tía recomienda a Isabel que no se fíe de Wickham, consejo que toma muy en serio. Collins, después de declarársele a Isabel y ser rechazado por ésta, se le declara a su mejor amiga, Carlota, y se casa con ella, causando gran enojo en la señora Bennet, quien había visto en la posible unión de su hija con Collins el mantener Longbourn dentro de su familia. Isabel visita a los Collins, cuya vecina, lady Catalina, mujer muy rica y prepotente, era tía de Darcy, quien llega a los pocos días. Aunque su comportamiento es básicamente el mismo, muestra más interés hacia Isabel y se le declara abiertamente, diciéndole que la ama a pesar de saber que con ello se rebaja. Ella lo rechaza, acusándolo de la separación de Juana y Bingley, y la injusticia contraWickham. Darcy, aunque molesto, le escribe una carta donde le explica su versión de ambos asuntos; la mala visión de su familia y creer falta de amor por parte de su hermana le habían impulsado a alejarlos, confiando era lo mejor para su amigo. En cuanto a Wickham, era un mal vividor que había derrochado el dinero dado, y por lo mismo, después de pagar sus deudas, se había negado entregarle más. Como venganza, el hombre intentó engatusar a su hermana y huir con ella, pero no lo había conseguido. Isabel se quita la imagen mala que tenía de él, pero cuando en un viaje con sus tíos a Pemberley, lo encuentra sumamente cambiado, comienza a enamorarse de él. Le llega la noticia de que su hermana menor Lydia, chiquilla desenfrenada, ha huido con Wickham y cae en la desesperación. Regresa a casa y al poco tiempo todo se arregla, como se entera después, gracias a la intervención de Darcy. Cuando tiene la oportunidad de agradecerle, él le confiesa que lo hizo por ella, porque aún la quiere, y ella también le declara su amor. Se casan, al igual que Juana y Bingley, reunidos nuevamente gracias a Darcy, causando gran alegría a su madre por los buenos prospectos obtenidos.
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