Un Espejo Después
(Luis Fayad)
La lucha es con las palabras: para que digan lo indecible. La lucha es con el tiempo y con el destiempo, con la propia sombra, con la ciudad, con el destino, con el espejo. Esta admirable recopilación de microcuentos del escritor bogotano Luis Fayad es la compañía perfecta para esos lugares de paso que transitamos a solas en medio de tanta gente. En la buseta, en la cafetería, en el aeropuerto, en la oficina tener un libro como este puede salvarnos la vida.
Y si usted vive en una gran ciudad, si sale a trabajar todos los días, si vive solo con un gato o sin él, si el domingo es el día más raro de todos, si algunas veces se siente extraño ante la pintura del mundo, si confunde la realidad con los sueños, si espera lo inesperado y lo encuentra, entonces este libro de cuentos cortos será todo un ritual para usted.
El asunto es como sigue: Leoncio es el único protagonista de todos los cuentos. Claro que junto a él hay otras presencias, un poco extrañas por cierto. Algunas provienen del pasado o del futuro, otras de la fantasía del hombre, otras de la ciudad que lo atrapa y expulsa. Leoncio puede ser Luis Fayad, pero también puede ser usted, o el tipo raro de la oficina, ese que no habla casi nunca y que vive elevado, en las nubes, como quien dice. Un místico que se da el lujo de componer una sinfonía con los ruidos de la calle, un anacoreta de apartamento, un solitario que conversa largas horas con su propia sombra. Un extranjero conectado con todas las cosas.
¿Retrato de una ciudad? ¿Apertura a la otra realidad? ¿viaje por los laberintos de la conciencia lúcida? Ciertamente el personaje que nos describe Fayad en sus cuentos no es un personaje común. ¿Pero quién quiere serlo cuando se puede ser sencillamente uno mismo?
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