Mademoiselle Fifí
(Guy de Maupassant)
Desde su entrada en Francia, al joven marqués Wilhem d? Eyrick lo llamaron Mademoiselle Fifí por la costumbre que había adquirido de emplear a todo momento la locución francesa fi, fi donc y su manera coqueta, figura pálida y pequeña. Sus ojos claros y duros buscaban algo que romper en el castillo de Uville, donde de vez en cuando jugaba a la mina -su pasatiempo preferido y particular manera de destruir- con las suntuosas decoraciones del lugar. Hubo algo que el fiero y brutal Mademoiselle Fifí nunca logró hacer. Odiaba la condescendencia de su superior hacia el cura y le suplicaba con zalamerías de mujer que le permitiera sonar de manera ociosa el resistido campanario de la iglesia de Ruán. Pero Raquel, una joven prostituta de ascendencia judía, ebria y exasperada tras pronunciadas injurias contra Francia, hundió un pequeño cuchillo de postre en medio de su garganta durante una fiesta improvisada por los crueles invasores. Se coló por la ventana entre el tumulto de ebrios y escapó bajo la espesa lluvia normanda. Doscientos cincuenta hombres escudriñaron la aldea sin poderla hallar. Cuando el cuerpo del marqués fue llevado al cementerio, por vez primera la campana tocó su tañido fúnebre de manera alegre, pues siguió sonando día y noche despierta por quién sabe quién. Los campesinos del lugar decían que estaba embrujada; y nadie, salvo el cura y el sacristán, volvió a acercarse al campanario. Y es que una pobre muchacha vivió allí arriba, angustiada y sola, hasta la partida de las tropas alemanas. El cura la regresó hasta la puerta del pueblo en un carruaje de bancas; ella descendió y fue rápidamente hasta el burdel, cuya patrona la creía muerta. Tiempo después un patriota sin prejuicios la sacó de allí, la amó y la convirtió en una dama de respeto.
Nocturno ®
Resumos Relacionados
- Retribution
- A Faithful Friendship: The Life And Times Of Marie-antoinette
- Bola De Sebo Y Otros Cuentos De Guerra
- Bola De Sebo Y Otros Cuentos De Guerra
- La Maldición De Los 5 Forasteros
|
|
