Resumo de Pescadito De Plata. - Paulino Sabugal M.

Mis padres fueron maestros y les gustaba mucho la lectura; en la casa había libros por todas partes, y en ausencia de juguetes porque el dinero siempre escaseaba, me entretenía leyendo lo que ni siquiera entendía. Así fue que me aficioné a los libros; más por su aspecto que por su contenido. Había algunos que ni siquiera estaban abiertos, otros, que deshojados, o descosidos, comunicaban no sé qué misterio, como esas joyas antiguas que evocan historias de amor y de tristeza perdidas en la bruma del pasado. Tenía entonces cinco años y había un hecho que me intrigaba sobremanera: que algunos libros mostraban un orificio desde la primera hasta la última página, incluyendo las tapas. La perforación tendría que haber sido hecha con un instrumento curvo y, extrañamente, era una sola en cada volumen, igual a la diminuta galería en una mina de oro abandonada.Entonces mi madre me explicó que esos orificios los hacía un insecto que se llamaba ?Pescadito de Plata?, que eran unos animalitos que, como no podían leer los libros, ¡se los comían! . Pero que ?eran buenos? porque trataban de no dañar los libros y por eso sólo comían un poco de cada uno. -Ya verás alguna vez al pescadito de plata, si lees muchos libros.Y sus palabras se cumplieron porque dos años más tarde (cuando ya podía leer) tuve el privilegio de conocer al pescadito de plata. Era una viejísima edición de ?La Caperucita Roja? con ilustraciones de acuarelaque mostraba una perforación como de dos milímetros de diámetro y las hojas parecían, mas que las de un libro, las de un árbol en otoño. De pronto, entre las páginas abiertas, ahí estaba. Lo recuerdo como una gota de mercurio de un termómetro roto, pero con la forma de un pececito; veloz, decidido y seguramente, voraz. En unos segundos desapareció entre las hojas como si le molestara la luz de la mañana, como si tuviera prisa, o como si fuera el solitario guardián de un mundo de letras y papel.Después me enteré que los entomólogos lo llaman solamente Lepisma Saccharina, que escapa a la luz y que tiene un sistema digestivo que da cuenta de la celulosa, del almidón y del azúcar. Es un ser solitario que vive su corta vida en lo más profundo de los libros y nunca se aparta de ellos. Seguramente no los lee, pero es probable que los ame como su casa que son.La hembra deposita sus huevecillos entre las costuras de los libros para que reciban un poco de aire y estén más cómodos; al nacer, los pescaditos de Plata ya son idénticos a los adultos y se dice que todos ellos pueden vivir mucho tiempo sin alimentarse.Por eso prefiero los libros viejos a los recién impresos, porque tengo la esperanza de volver a encontrarme con el pescadito de plata.

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