Resumo de La Perla - JOHN STEINBECK

Kino se paró en la puerta de su cabaña, clareando el alba y sintiendo la Canción Familiar tras él.Juana ama-mantando a Coyotito y después haciendo tortas para el desayuno. Pero un escorpión rompió la paz cayendo en la cuna y picando el hombro del niño. Entre sus chillidos Juana succionó el venenogritando por el doctor. Los vecinos se agolparon en la puerta. ¡Un doctor? ¡No vendrá¡Kino y Juana fueron por el doctor que comía y vivía lujosamentedespreciando la raza de Kino.Ante la reja se acercó con humildad al sirviente del doctor que quiso ver la paga primero.Después que su patrón vió ocho perlas deformes y grises el sirviente les dijo que el doctor había salido.Avergonzados fueron por su canoa.Esperaban encontrar una perla para pagar al doctor. Juana colocó un emplasto de broza submarina al niño,remedio mejor que el que hubiera prescrito el doctor. Kino se sumergió en el mar.En un destello vió una ostra muy grande, antes que se cerrase.Cuando la abrió apareció la Perla Mayor del Mundo.La noticia llegó a los caseríos.El doctor dijo con voz grave:-Es mi cliente. Estoy tratando a su hijo.-Todos se sintieron ligados a la Perla del Mundo, dejando a Kino almargen.Apareció el doctor a curar a Coyotito dándole unos polvos blancos con un poco de agua. Cuando el niño comenzó a vomitar le dió tres gotas de amoníaco.Después preguntó:-¿Cuándo me pagarás?-Le dijeron que Kino tenía una perla.Fingiendo sorpresa :¿Tienes una perla?No sabía.-Cuando la venda le pagaré.-Kino fue a venderla al día siguiente. Los compradores poniéndose de acuerdo ofrecieron mil pesos, quinientos.-Vale cincuenta mil y ustedes lo saben. Iré a la Capital.-Por la noche tuvo que salir, cuchillo en mano.Juana oyó rumor de lucha, golpes sordos.A la luz de la luna vió el brillo de la perla junto a una piedra y dos figuras caídas.Kino y un hombre con la garganta cercenada.-La perla yo la encontré.-Y a un hombre que ella escondió entre los matorrales. Un resplandor los hizo correr hacia su cabaña que estaba en llamas.-Nos iremos.-Anduvieron toda la noche pero tres tramperos los seguían.Encontraron una cueva adonde se refugiaron. Por la noche brilló un cerillo y vió dos de ellos durmiendo y el del rifle de guardia.Kino, listo a saltar, llegó desde arriba un lamento ahogado.-Parece un niño.-O un coyote.-Con esto se callará.-Sonó el disparo y Kino tiró el cuchillo a una garganta, descargó un culatazo al otro y disparó sobre el tercero.Pero algo no andaba bien.En su cerebro penetraba un histérico grito de dolor.La ciudad vió el regreso de la familia.Kino con un rifle al brazo y Juana con su chal oscilando a la espalda manchado de sangre seca.A la orilla del mar Kino extrajo la perla.En su nacarada superficie vió los ojos agónicos de los tramperos y a Coyotito en la caverna con la cabeza partida de un balazo.Lanzó la perla con todas sus fuerzas. Su brillo se hundió lentamente en el mar.

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