Resumo de Y De Repente Un Ángel

Procedí a la lectura de este libro de Jaime Baily atraído por su contratapa: ?Mi madre no me vendió cuando era niño. No éramos pobres y, a diferencia de la madre de Mercedes, no necesitábamos dinero. Disponíamos de ciertas comodidades y privilegios gracias al dinero que ganaba mi padre en sus provechosos emprendimientos empresariales. MI hermana y yo asistimos a los mejores colegios de la ciudad. En las vacaciones nos llevaban a los parques de diversiones de Orlando, a las montañas de Chile a esquiar, a las playas más exclusivas del Caribe. Mi madre hizo con nosotros, sus hijos, lo que se suponía que debían hacer las señoras distinguidas de entonces: dejarnos al cuidado de unas mujeres humildes, las empleadas domésticas a su servicio, y no permitir que fuésemos un estorbo o una traba a su aspiración de vivir una vida sosegada, predecible, exenta de trajines y sobresaltos, digna de una señora de sociedad. Fue mi padre quien me traicionó. No me vendió a nadie, desde luego, pero fue la suya una traición aún peor?.
Este libro promete, me dije, y mordí el anzuelo. Volví a encontrarme en su interior, ya bastante avanzada la lectura, con esta página: sin duda la mejor escrita de todo el libro. Baily, mejor periodista que escritor a falta de una prosa elaborada, con estilo, apuesta aquí por contar una historia. La historia está compuesta por dos historias que parecen cruzarse pero no se cruzan, o se cruzan de una manera simbólica o metafórica en la conciencia del protagonista. Un tal Julián Beltrán, alter ego de Baily, un joven escritor taciturno y haragán, contrata a una empleada doméstica para que le arregle la casa. Aparece entonces Mercedes, una indigena muy humilde, que en su infancia fue vendida por su madre a un matrimonio adinerado. Julián Beltrán, sin razón aparente, se dedica de lleno a indagar en la historia de Mercedes, descubre el paradero de su madre y consigue reconciliarla con aquella mujer aparentemente desalmada. Esta experiencia le sirve de enseñanza o de modelo a Beltrán para hacer las paces con sus propios padres. Estos, como ya hemos trascripto, no lo vendieron de niño, pero le traicionaron muy feo.
Jaime Baily no es un gran escritor pero tampoco es malo, podemos decir que es un escritor prolijo. Tal vez conciente de sus propias limitaciones trabaja la historia de una manera simple y ordenada, pero se preocupa en adornarla, condimentarla, con personajes secundarios muy pintorescos, con sueños propios y ajenos, y anécdotas baldías a la trama central para que el lector se sienta bien atendido y no se le ocurra abandonar el libro. Quiero creer que Baily no es un escritor pretencioso, que no pensará que este libro devela algún misterio, o agrega algo nuevo sobre las relaciones familiares. Mi experiencia como lector me hace sospechar que en ?Y de repente un ángel?, Baily no persigue otro fin más que el de entretener a los lectores; por ejemplo acompañarnos en un viaje en tren, ayudarnos a matar el tiempo. Sí no estoy equivocado y este es el propósito de Baily, y no otro, creo que estamos ante un buen libro, ante una historia interesante, bien construida y muy recomendable.
La novela que venimos comentando quedó finalista del Premio Planeta 2005. Un año en donde este premio fue bastante polémico y cuestionado ? hasta renunció un jurado- por la falta de meritos literarios en los trabajos que se habían presentado. Esto no quita ni agrega nada al libro en cuestión, tampoco a Jaime Baily quien ya había publicado otros libros, (?Los amigos que perdí?, 2000, ?La mujer de mi hermano? 2004, ?El huracán lleva tu nombre?2004) había ganado en 19977 el Premio Herralde por su novela ?La noche es virgen? y en Perú y Latinoamérica ya gozaba de cierta fama gracias a un programa periodístico de televisión.

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