Resumo de Estado De Guerra

El paso del tiempo debería ser una fuente de inspiración para las generaciones futuras. Al revisar la historia reciente de una nación, se sacan a relucir hechos cuyos protagonistas todavía se encuentran con vida ? muchos de ellos ? lo que hace que la propia cercanía amenace con socavar la objetividad de los hechos narrados.
Ese no es el caso del libro ?Estado de guerra?, del periodista uruguayo Alfonso Lessa. En esta obra, Lessa aborda la nada fácil tarea de describir las acciones que llevaron al golpe de estado de 1973, en el cual Uruguay, una pequeña nación encajonada entre Argentina y Brasil, perdió uno de sus tesoros más valiosos: su democracia representativa. Desde su visión de periodista especializado, realiza un interesante abordaje de los difíciles y complejos hechos que condujeron a ese país a un régimen dictatorial.
No se llega a la caída de las instituciones democráticas por casualidad o por la veleidad de algún malvado personaje. Para que el desmoronamiento del Uruguay se concretara debieron desarrollarse múltiples acontecimientos, cuyas raíces deben rastrearse en los procesos políticos y económicos de los años ?50, con la caída del modelo socialdemócrata imperante en ese país y el advenimiento del nacionalismo, así como la irrupción de nuevas formas de protesta, muchas de ellas reivindicatorias de la violencia como herramienta válida del accionar político.
Al principio de los años ?70, la sociedad uruguaya se encuentra en un callejón sin salida. La violencia y los hechos de sangre se convierten en protagonistas de la vida ciudadana; los movimientos sociales y estudiantiles despliegan una agresividad nunca vista en ese país contra la democracia representativa y formal; la guerrilla urbana, principalmente encarnada por el Movimiento de Liberación Nacional Tupamaros, protagoniza hechos de sangre que sacuden las bases de la sociedad; la policía cede su lugar en su lucha contra la subversión ante las Fuerzas Armadas en setiembre de 1971; el sistema político se muestra inoperante e impotente como para hacerse cargo de la situación del país, en un grado de descrédito que Uruguay no conocía.
Hoy no existen dudas del hecho que muy buena parte de la responsabilidad por el golpe de estado de 1973 se deba a la nula capacidad de los actores políticos del momento para erigirse en abanderados de la razón y la democracia. Algunos vieron en el ascenso de la importancia de las Fuerzas Armadas en el quehacer nacional una solución a los problemas del país. Es una gran paradoja que los militares hayan podido hacer florecer esperanzas tanto a la derecha como a la izquierda del espectro político. No escapa a este enfoque la propia Central Nacional de Trabajadores CNT, que pide la renuncia del presidente Bordaberry y emite elogios a los comunicados militares de febrero, patinada política que también protagonizaron los otros grupos políticos de la izquierda uruguaya.
El análisis de Lessa incluye los años duros del gobierno de Jorge Pacheco Areco y en especial la actuación de sus sucesor, Juan María Bordaberry, presidente elegido por el pueblo y devenido en dictador, y de su muy particular forma de concebir la vida de una nación, ideas que al final le restaran incluso el apoyo de las Fuerzas Armadas, quienes le retiraron del cargo en 1976.
El autor, para desarrollar los acontecimientos, no solo se basa en una muy extensa cantidad de material de consulta, sino que realiza entrevistas de sumo interés a protagonistas directos de esos acontecimientos, como el caso de Líber Seregni, Juan José Zorrilla, Luis Vicente Queirolo, Eleuterio Fernández Huidobro, Julio María Sanguinetti y el mismo Juan María Bordaberry, en una de las muy escasas entrevistas y apariciones públicas del dictador desde que fuera derrocado.
En suma, es un libro ineludible para aquellos que deseen conocer los hechos que desembocaron en el más oscuro capítulo de la historia de esta pequeña nación sudamericana.

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