Resumo de Los Hermanos Rico

Estupenda novela de género policial, con protagonistas gansteriles, que preludia el bestseller de Puzo y las obras maestras cinematográficas de Scorsese, Coppola y John Huston, en una fecha tan temprana como 1952.
No le falta ni le sobra una línea. En sólo ciento y pico páginas Georges Simenon construye un estupendo estudio de la mezquindad del mafioso. Aparentando ser un simple industrial del sector frutero, el italoamericano Eddie Rico se encarga de regir la delegación en el estado de Florida de una despiadada organización mafiosa. Es un hombre tranquilo, familiar, incapaz de ejercer por sí mismo la violencia pero acostumbrado desde la niñez a vivir y respetar las reglas de la mafia, que se lo han dado todo.
Un día su hermano Gino, pistolero de la misma organización, le visita a escondidas para contarle que su otro hermano, el joven Toni (también delincuente) se ha metido en un lío y la organización le va a causar problemas. Inmediatamente, los jefes de Eddie mandan llamar a éste y le cuentan que Toni se ha casado y que su nuevo cuñado le está enderezando hasta el punto de que parece dispuesto a contar a la policía detalles de la organización y de los crímenes en que se vio envuelto. Como el muchacho está en paradero desconocido, los jefes piden a Eddie que se las arregle para encontrarle y decirle que debe largarse a Europa y no volver a aparecer por el país.
Eddie se pone manos a la obra y trata de sonsacar al padre de su nueva cuñada, pero éste calla. Visita luego en Brooklyn a su propia madre, que le recibe con desconfianza, y tampoco le cuenta nada, aunque inconscientemente le pone sobre la pista del posible paradero de Toni al mencionar unos recuerdos de su infancia. Gracias a eso (y cuando ya él mismo sospecha que la organización no se va a conformar con echar a Toni del país sino que en realidad quiere matarle), Eddie se planta en el escondite de Toni en California y le pide que se vaya del país, aunque Toni sabe muy bien que en realidad le trae la muerte. Efectivamente, las instrucciones de sus jefes obligan a Eddie a ponerse en contacto con el mafioso delegado de la organización en esa zona y negociar con Toni la única condición admisible: que salga de su escondite y se enfrente cara a cara con los mafiosos a cambio de no hacer ningún daño a la mujer del muchacho.
Eddie regresa a su casa, una vez liquidado su hermano, para seguir siendo un acomodado esclavo de la banda, y descubre que su otro hermano, a pesar de haber sido toda la vida un asesino, ha tenido en este asunto más dignidad que él y se ha marchado del país burlando a la organización.

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