Resumo de Evangelio Según San Juan, Primera Parte

En el principio existía la palabra que estaba con Dios y era Dios. Por medio de él Dios hizo todo. Hubo un hombre, Juan, enviado para dar testimonio de la luz, Aquel que es la palabra estaba en el mundo, pero el mundo no lo conoció, y los suyos no lo recibieron pero a los que creyeron, les concedió ser hijos de Dios.
La palabra se hizo hombre y habitó entre nosotros y Juan dio testimonio de él, diciendo ?Este es del que hablaba, existía antes que yo, el hijo único que es Dios, quien nos ha dado a conocer al Padre?. Enviaron a sacerdotes y levitas a preguntarle, pero dijo: no soy el Mesías, soy una voz que grita en el desierto ¿y por que bautizas? Preguntaron; y respondió: yo bautizo con agua, pero el que viene no soy digno de desatarle los zapatos.
Dos seguidores de Juan le preguntaron a Jesús, ¿Dónde vives? Y Jesús les mostró, uno de los dos que oyeron, era Andrés que fue a buscar a su hermano Simón, diciéndole: hemos encontrado al Mesías, y lo llevó a Jesús quien lo llamó Cefas (Pedro). Al día siguiente encontró a Felipe y a Natanaeli.
Al tercer día hubo boda en Caná, estaba la madre, Jesús y sus discípulos y se acabó el vino, la madre de Jesús dijo: se acabó el vino, el respondió: mi hora no ha llegado, a la orden de María, Jesús mandó llenar las tinajas y convirtió el agua en vino, esta fue la primera señal milagrosa. Después se fue a Capernaum.
Jesús fue a Jerusalén por pascua y encontró vendedores en el templo, tomando un látigo los echó, arrojó las monedas y les dijo ?no hagan un mercado de la casa de mi Padre?. ¿Qué prueba das para hacer esto?, preguntaron y respondió destruyan este templo y lo levantaré en tres días. Refiriéndose a su cuerpo.
Nicodemo, importante y conocido por los judíos, fue a Jesús reconociendo que Dios le había enviado, Jesús le dice, el que no nace de nuevo no puede ver el reino, Nicodemo pregunta si podrá entrar en su madre para nacer de nuevo y Jesús le explica, lo que nace de humanos es humano; lo que nace del Espíritu es Espíritu, volvió a preguntar y Jesús respondió: ¿Tú, maestro de Israel no sabes estas cosas? Si no creen cuando hablo de este mundo, menos creerán cuando hablo del cielo, nadie ha subido al cielo, sino el que bajó; o sea el hijo del hombre, como moisés levantó la serpiente en el desierto, así el hijo tiene que ser levantado, para que todo el que crea tenga vida eterna.
Dios amó tanto al mundo que dio a su hijo, para que el que crea tenga vida eterna. Dios no envió a su hijo para condenar al mundo, sino para salvarlo.
Fue Jesús a Judea con los discípulos a bautizar, estaba Juan y los seguidores fueron a decirle que el maestro de quién el les había hablado estaba bautizando, a lo que respondió: mi alegría ahora es completa. El ha de ir aumentando y yo disminuyendo.
Cuando Jesús volvió a Galilea pasó por Sicar en Samaria yendo al pozo de Jacob a refrescarse, en eso llegó una mujer a sacar agua que Jesús le pidió, la mujer exclamó que cómo le pedía agua cuando era samaritana, el dijo, si supieras quien te lo pide, le pedirías y te daría agua viva, los que beben esta agua, tendrán sed, pero el que beba del agua que yo le daré nunca volverán a tener sed, y ella dijo: dame esa agua y Jesús pidió que trajera al marido, ella respondió que no tenía marido, el dijo: bien dices, por que has tenido cinco y el de ahora, no es tu marido, al escucharlo la mujer creyó. Muchos creyeron por lo que aseguraba la mujer, así fue como los samaritanos le rogaron que se quedara, permaneciendo ahí dos días.
Jesús regresó a Cana y sanó al hijo de un oficial del rey.
Después se fue al otro lado de Galilea, estaba cerca la pascua, lo seguía mucha gente y no había comida, Andrés le dijo hay un niño que tiene cinco panes y dos pescados, Jesús pidió que se sentaran y los repartió a unas cinco mil personas y sobró. Al llegar la noche, los discípulos subieron a una barca y cruzaron para llegar a Capernaum y el lago se alborotó, a los cinco o seis kilómetros vieron a Jesús acercarse caminando sobre el agua.
La gente se fue a Capernaum a buscar a Jesús pidiendo señales, respondió: no fue Moisés el que les dio pan del cielo sino el Padre, agregando: yo soy el pan que da vida, el que viene a mi, nunca tendrá hambre y el que cree, nunca tendrá sed. Los judíos se pusieron a discutir: ¿Cómo vamos a comer su cuerpo?, les respondió: si no comen mi cuerpo y no beben mi sangre no tendrán vida, el que come de este pan vivirá para siempre.
Muchos de quienes lo habían seguido lo dejaron por todo esto y Jesús le preguntó a los discípulos ¿También quieren irse?, pedro contestó: ¿A quién iremos?, tú tienes palabras de vida eterna, Jesús les dijo: ¿No los he escogido yo?, sin embargo uno de ustedes es el diablo, se refería a judas que lo iba a traicionar.

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